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Análisis del artículo Científico: Reflejar o instituir La invención de los indicadores estadísticos. Desrosières Alain (1)

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Autor: Argimir Gil / Centro Nacional de Teledetección con fines agrícolas CENATEL- FIIIDT.

 

Comprender al Hombre por medio de los números.

Karl Deutsch(2) en su obra: Política y Gobierno (1970), describe a través del tiempo como el ser humano ha hecho esfuerzos de administrar y gestionar a las masas humanas, por medio de las formas de gobiernos, y como el instrumento político y el análisis intrínseco que esa administración merece, lleva a la necesidad de cuantificar y cualificar el hecho administrativo y económico del gobierno. El documento de Desrosières(1), podría fácilmente contribuir al análisis que desarrolla magistralmente Deutsch(2), y de como el hombre y algunas veces los políticos se valen de las ciencias, en este caso las estadísticas para sumar de ella en el constructo administrativo que se extrapola a la realidad política. Debe decirse que en cualquier caso no se están cualificando los resultados políticos, que siempre serán positivos o negativos, sino la necesidad de proveerlos de estadísticas y su evolución en estos dos últimos siglos, para cuantificar y poder crear política pública.

En el último párrafo de la página dos (02) del documento, el autor entrega un diamante, a quienes profundizan en el estudio de los indicadores de gestión científica y tecnológica, dice Desrosières: “Apoyándose en el parecido de las distribuciones estadísticas (de apariencia gausiana) entre, por una parte, las diversas medidas de un mismo objeto físico o astronómico, y por otra parte, las medidas de objetos diferentes, como las estaturas de los reclutas de un regimiento, Quetelet reúne esos dos casos bajo una misma bandera. Invoca para ello la idea de «causa constante», que en el primer caso es la verdadera medida del objeto, y, en el otro, la existencia de un «hombre medio», ideal del que los hombres concretos no son más que copias imperfectas”(1). El autor enseña buena parte del debate en torno a la veracidad y capacidad de hacer del indicador algo útil. Para la gestión política, seguramente los seres humanos que se aglomeran en medio de la Campana de Gauss serían su centro de atención, sin tomar las desviaciones típicas, pero el que utiliza la ciencia como apoyo entenderá la campana vista en su totalidad, porque muchas veces esas desviaciones típicas del hombre promedio, son la diferencia entre un buen gobierno y uno malo, porque seguramente las clases sociales y niveles de pobreza son las desviaciones al promedio (según sea el caso y el país), los que definen la cualidad de la política pública aplicada y su influencia en la opinión pública como consecuencia.

Los números tienen distintas formas de expresar significados y contenidos y son manejados de distintas maneras por la ciencias y las metodologías científicas, ahora bien cuando se habla de políticas públicas, es necesario el ejercicio de dar espacio – tiempo a dichas políticas, la estadística es una herramienta fundamental, pero si ella está circunscrita a un lugar y un tiempo determinado, se transforma en herramienta multipropósito. Por su parte las Ciencias de la Tierra y en especial la Geomática, juegan un papel fundamental para la interoperación de datos y retroalimentación de las estadísticas. En este sentido, los centros de investigación deben ser vistos como unidades que proveen productos basados en el análisis estadístico de los datos territoriales con características temporales, que tienen la capacidad de optimizar las políticas públicas.

Mucho que decir por medio de Estadísticas y la Geomática.

La estadística ofrece un lenguaje nuevo para ordenar el mundo de los hombres, es papel fundamental de la ciencias penetrar en el mundo de la educación para permear los discursos de los futuros profesionales que tomarán la riendas de las sociedad humana, de ellos es vital hacerlas circular y ensamblarlas en construcciones más amplias en la administración de la sociedad y la política, sean éstas puramente estadísticas o combinadas con otros recursos, ya que hay elementos que no son explicados solamente desde la filosofía positivista, sino que puede complementarse y apoyarse en otras herramientas, de allí partiría una nueva forma de ver a esos promedios y desviaciones, en seres humanos que no son perfectos y escapan de la racionalidad positivista. Solo así, los indicadores cobran mayor valía para proveer de semántica y realidad a los seres humanos.

Ahora bien concibamos una estadística cualquiera en el ámbito agrícola o minero, veamos el dato de producción de maíz  y el promedio de producción por productor campesino, ¿qué pasaría si a ese dato le agregamos coordenadas y podemos mapear todos esos productores? Seguramente tendríamos una distribución espacial de productores con menos capacidad o restricciones al promedio de producción, o tal vez un mapa de productividad en tierras agrícolas, si colocamos alguna otra capa de información de datos edáficos o de tipo de paisaje. Veamos el caso de la actividad minera, un catastro minero y todas las implicaciones técnicas y políticas que ello deriva. Tener las estadísticas de explotación y producción de Kimberlita: con las perspectivas aéreas de producción, podemos entre otras cosas definir sectores en los que la producción es mayor o menor y de allí construir políticas públicas para mitigar los impactos de la actividad y/o monitorear volúmenes de producción versus lo que reporta el competente minero objeto de alianza. En fin, son innumerables los ejemplos en los que podemos operar con las Estadísticas y la Geomática y su aporte a las políticas públicas que pueden generar significados y contenidos a la eficacia de las mismas.

En el ámbito de la Geomática aún queda trabajo por hacer, ya que en la actualidad solo se visualiza como una forma de ver mapas vistosos, y no como una herramienta de análisis que interopera con las estadísticas. Es notorio que en Venezuela la inversión en tecnología y capacidades tecnológicas en las Ciencias de la Tierra y el campo de la Geomática, ha sido amplia a lo largo de los más de veinte años del gobierno revolucionario, centros de investigación de prestigio internacional, satélites, catastros, sistemas, en fin un número no despreciable de capacidades instaladas, que seguro en la coyuntura actual merecen revisión, pero aún es una herramienta de la cual los decisores políticos desconocen sus potencialidades, vale la pena que los profesionales y los generadores de política pública permeen la semántica con repercusión en el significado político técnico de nuestra disciplinas y ésto es relativamente fácil en el contexto de la creación de estadísticas. La generación del constructo científico: la producción de documentos, notas técnicas y estudios de casos, facilitan la interacción con el decisor político y permiten aportar desde la ciencia, trascendiendo la idea de los mapas vistosos.

El dato geoespacial en sí, debe ser identificado como una herramienta fundamental de análisis por los decisores políticos, así como es identificado el dato estadístico, y no significa una competencia entre uno u otro, sino como una complementariedad. Aún está la deuda tanto de los geocientíficos como de los que formulan política pública en la materia, de generar condiciones y aportes desde la perspectiva propia, es decir trascender el lugar común: “que el culpable es tal, porque no crea contenido u otro porque no crea condiciones”. El artículo de Desrosières(1) demuestra que la disciplina estadística también se enfrentó a ese dilema, pero en buena medida fue superada, mediante la generación de alternativas y resultados científicos para los actores que rodean una política pública

Comentarios finales

A manera de listar ideas fuerzas que deben ser consideradas como aporte o ámbitos para la construcción de nuevas ideas o métodos:

  • No se puede ver una disciplina o ámbito científico al margen de la construcción de políticas públicas, permear de conocimiento la política pública – políticos es beneficioso tanto para la ciencia como para la sociedad.
  • Los datos estadísticos y geocientíficos deben verse como una totalidad, y es responsabilidad de los centros de investigación en el ámbito de la Geomática, desarrollar su significado.
  • La política pública en materia científica en el campo de la Geomática, debe favorecer la generación de planes de divulgación y uso de los contenidos científicos, de tal forma que sus bondades lleguen hasta los actores que participan en la toma de decisiones, a través de los resultados y aportes de la disciplina.
  • El enfoque de transdisciplinariedad no necesariamente implica que con ello se garantiza un posicionamiento de un ámbito u otro, debe haber una generación de contenido en el ámbito de la Geomática y una complementariedad, podemos llamarlo interoperabilidad, con las otras fuentes de datos y crear condiciones para nutrir al actor político y la toma de decisiones.

Referencias:

(1) Desrosières,  Alain. Reflejar o instituir La invención de los indicadores estadísticos. CREST (Centre de Recherche en Economie et Statistique), INSEE, Paris.

(2) Deutsch, Karl Wolfgang. Política y gobierno: Cómo el pueblo decide su destino. Madrid: FCE, 1976. 609 pp

(3) Weber, Maximilian Kar. El político y el científico. Alianza Editorial, edición 2012. 227 pp, año 1919

 

Contacto: argimir.gil@gmail.com

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