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Donald Trump asume la Presidencia de Estados Unidos este veinte de enero, lo que constituye un hecho importante a la hora de analizar el complejo cuadro de confrontaciones que se registra a escala mundial.

Que un republicano o un demócrata ocupen la Sala Oval de la Casa Blanca, no cambia la naturaleza imperialista de ese Estado, no obstante, desde hace más de una década, la correlación de fuerzas experimenta modificaciones, y los nuevos polos de poder son una realidad.

La gran interrogante, ahora mismo, es cuál será la relación entre Venezuela y Estados Unidos, de aquí en adelante.

Al iniciar su segundo mandato, Trump, tiene dos opciones en su relación con nuestro país: o intenta, de nuevo, destruir a Venezuela y atacar a su gobierno, o, por el contrario, abre un canal de Diálogo con el Presidente Nicolás Maduro.

El presidente norteamericano sabe que en su primer mandato no alcanzó sus objetivos, y que Venezuela es respetada en el mundo por su valentía y por no arrodillarse ante nadie.

Algunas de las decisiones que podrían adoptarse, en el desarrollo del Diálogo, tanto en Washington como en Caracas están referidas a: 1) levantar las medias judiciales contra el Presidente Maduro de manera inmediata, por hostiles e ilegales; 2) restablecer las relaciones diplomáticas; 3) que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos deje sin efecto todas las sanciones económicas que le impuso a nuestra nación; 4) debatir una solución bilateral al tema de los migrantes venezolanos; 5) entrega de la empresa Citgo a su legítimo dueño: el pueblo venezolano; 6) establecimiento de acuerdos comerciales de mutua conveniencia, y 7) que Trump descarte la política de amenazas contra nuestro país.

Que nadie se equivoque: Venezuela es una nación libre e independiente.

Autor: Roy Daza
https://serviralpueblo.org/trump-en-la-casa-blanca/

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