El estudio realizado por Karenia Córdoba en 2009 sobre las islas térmicas urbanas en Caracas proporciona un sustento importante para comparar los cambios climáticos y las olas de calor que han ocurrido en la ciudad 22 años después. Este análisis se centrará en las variaciones en la temperatura superficial, la incidencia de fenómenos climáticos extremos y las implicaciones para la salud pública y el medio ambiente.
Córdoba utilizó imágenes del satélite LANDSAT 7 ETM+ para analizar las temperaturas superficiales en Caracas durante dos períodos: octubre de 2009 (temporada húmeda) y marzo de 2010 (temporada seca). Los hallazgos mostraron un aumento significativo de +10°C entre estos períodos, con temperaturas superficiales que alcanzaron hasta 49°C en áreas urbanas densamente construidas. Se observa que las zonas periurbanas, especialmente aquellas con menor cobertura vegetal, experimentarán temperaturas extremas asociadas a incendios forestales.
Desde desde 2009 hasta 2022 el autor mencionado, manifiesta que Caracas ha enfrentado cambios climáticos significativos que han intensificado el fenómeno de las islas térmicas urbanas. Según datos recientes, la temperatura media en Caracas sigue en aumento, con registros que indican que se han experimentado olas de calor más frecuentes e intensas. Este fenómeno se ha visto exacerbado por el cambio climático global y el crecimiento urbano descontrolado. En los últimos años, se ha documentado un aumento en la frecuencia e intensidad de las olas de calor en Venezuela. Estudios recientes sugieren que estas olas pueden ser hasta un 20% más intensa que las registradas hace dos décadas, lo que refleja una tendencia preocupante hacia condiciones climáticas extremas.
La urbanización continua ha llevado a una mayor impermeabilización del suelo, reduciendo la capacidad de las áreas urbanas para manejar el agua y aumentando la acumulación de calor. Esto ha contribuido a un ciclo vicioso donde la falta de vegetación y espacios verdes agrava aún más el efecto de isla térmica sobre los espacios que habitan las comunidades y las infraestructuras.
Las olas de calor han tenido, un impacto directo en la salud pública, aumentando la morbilidad relacionada con enfermedades respiratorias y cardiovasculares. La calidad del aire también ha empeorado, debido a los incendios forestales, y otros contaminantes, lo que agrava los problemas de salud existentes. Mientras que el estudio original mostró un patrón concéntrico típico de islas térmicas urbanas, los análisis más recientes indican que este patrón se está volviendo más complejo, debido a factores como el relieve y el uso del suelo.
Hoy en día el uso de geotecnologías ha evolucionado desde el 2009. Ahora se utilizan técnicas mas avanzadas como imágenes satelitales en formatos digitales con data numerica de alta resolución y modelos climáticos para monitorear y predecir cambios térmicos en tiempo real.
Generalmente la resiliencia ante fenómenos climáticos extremos se ha vuelto un tema central en la planificación urbana. Las estrategias, para mitigar el efecto de las islas térmicas incluyen la creación de espacios verdes y techos verdes, algo que no se discutió ampliamente en el trabajo original.

Fig.1. Ejemplo de una subescena de la imagen correspondiente a La Yaguara, en periodos húmedo y seco, con patrones térmicos superficiales observados en marzo 2010. Fuente: https://www.researchgate.net/figure/Figura-N-3-ZI
Datos Históricos: Según el estudio de Córdoba en 2009, se registró una anomalía positiva de +10°C entre octubre de 2009 y marzo de 2010, con temperaturas superficiales que alcanzaron hasta 49°C en áreas urbanas densamente construidas. Este aumento fue atribuido a la urbanización y la perdida de vegetación, lo que contribuyó al efecto de isla térmica. (Ver imagen del 2001-2009-2010) Cambios Recientes: En años recientes, como 2019 y 2020, se reportaron temperaturas promedio que oscilaban entre 34°C y 36°C en algunas ciudades del país. Esto indica un aumento sostenido en las temperaturas máximas y mínimas a lo largo del tiempo. (ver mapa de temperatura actual)


Fig. 2. Mapas Imagen que muestran el calor en Venezuela con datos de la temperatura actual (30/10/24) de Caracas (27°C) y de otras subregiones que incluye a ciudades mas pequeñas.Fuente:https://zoom.earth/maps/temperature/#view=10.202117,-66.276528,9z/model=icon
La data en Venezuela para los modelos climáticos sugieren un aumento de temperatura entre 1.5°C y 2.0°C para el futuro cercano. Esto ultimo está en línea con las tendencias observadas globalmente, donde se prevé que el calentamiento continúe debido a las emisiones de gases de efecto invernadero.
El Impacto de fenómenos climáticos externos por Olas de Calor es alarmante. La frecuencia e intensidad de las Olas de Calor han aumentado considerablemente desde el estudio original.

Fig. 3. Imagen, global que muestra la distribución del comportamiento promedio de la temperatura a nivel global.
Esta imagen global muestra la distribución del comportamiento promedio de la temperatura a nivel global, además de indicarnos que el 2019, fue catalogado como el año más caluroso, sin embargo estos últimos cuatro años, específicamente 2023 y 2024, el incremento de la temperatura se ha visto sustancialmente influenciada por estos fenómenos descritos en el contenido del texto arriba.
Sobre los efectos en la Salud, el aumento de las temperaturas ha llevado a un incremento en problemas de la salud pública relacionado con el calor, incluyendo enfermedades respiratorias y cardiovasculares, exacerbadas por la mala calidad del aire debido a los incendios forestales y otros contaminantes en el aire.
En cuanto a cambios de precipitación, en la variabilidad climática se ha observado una gran importancia en los patrones de precipitación, con periodos secos prolongados seguidos por lluvias intensas. Esto afecta la disponibilidad de agua y puede contribuir a sequias severas.
Ya es hora de hablar de los factores contribuyentes al Cambio Térmico y comienza con el fenómeno de la Urbanización: La expansión urbana continua ha llevado a una impermeabilización del suelo y reducción del espacio verde, lo que intensifica el efecto de isla térmica. Las áreas urbanas tienden a calentarse más rápidamente que las rurales debido a la inercia de los materiales de construcción.
La deforestación y las actividades humanas como la minería, han contribuido al aumento de gases de efecto de invernadero en la atmosfera, exacerbando el calentamiento global y afectando el clima local.
En conclusión. La comparación entre los datos históricos desde el trabajo de Córdoba en el 2009, hasta los cambios observados durante estos 22 años, revela un patrón claro: Caracas está experimentando un aumento continuo en las temperaturas y una mayor incidencia de fenómenos climáticos extremos. Esta situación requiere atención urgente para implementar estrategias efectivas de mitigación que incluyan: fomentar la creación de espacios verdes y techos verdes para reducir el efecto de Isla Térmica
Tambien es muy importante el Monitoreo Climático. Se trata de establecer redes robustas, como tecnologías geoespaciales, para monitorear las condiciones climáticas y su impacto en la población. En el mismo orden de ideas, abordar el seguimiento constante de los efectos que produce la deforestación con el objeto de reducir los gases de efecto de invernadero.
WV/ Nov 2024.
Referencias bibliográficas.
1. Chen, Y., et al. (2006). «Urban Heat Island Effects and Their Impact on Human Health.» [Estudio que relaciona las islas térmicas urbanas con la salud humana].
2. CDC (2010). Centers for Disease Control and Prevention. «Extreme Heat: A Prevention Guide to Promote Your Personal Health and Safety.» [Guía sobre los riesgos para la salud asociados con el calor extremo].
3. EPA (2009). Environmental Protection Agency. «Heat Island Effect.» [Referencia sobre el efecto de las islas térmicas urbanas y su impacto ambiental].
4. IPCC (2007). Intergovernmental Panel on Climate Change. «Climate Change 2007: Impacts, Adaptation and Vulnerability.» [Informe del IPCC sobre los impactos del cambio climático].
5. UN-Habitat (2011). «Global Report on Human Settlements.» [Informe que aborda los desafíos urbanos y el cambio climático].
6. Voogt, J. A., & Oke, T. R. (2003). «Thermal Remote Sensing of Urban Climate.» Remote Sensing of Environment, 86(3), 370-384. [Investigación sobre la teledetección térmica y su aplicación en el clima urbano].