¿Por qué tenemos ojos de distintos colores? La ciencia detrás de tu mirada

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Tus ojos no solo son la ventana del alma, también son una especie de código genético en colores. Y no, no se trata solo de una cuestión de estética. El color de los ojos es mucho más complejo de lo que parece a simple vista. De hecho, la ciencia aún sigue descubriendo nuevas capas en este arcoíris ocular.

Todo gira en torno a la melanina, ese pigmento multitarea que también determina el tono de tu piel y actúa como un mini escudo contra los rayos UV. En el caso de los ojos, la cantidad de melanina presente en el iris es la que define si tus ojos son marrones, verdes o azules.

¿Tienes los ojos marrones? Eso significa que tu iris está bien cargado de melanina. Si son verdes, tienes una dosis intermedia (ni tanto que queme al santo, ni tan poco que no lo alumbre). Y si los tienes azules, tu cuerpo produce muy poca melanina en esa zona. Por eso es tan común que los bebés nazcan con ojos azulados: todavía no han comenzado a producir suficiente melanina.

Curiosamente, el proceso de pigmentación puede cambiar ligeramente con el tiempo. Así que, si alguna vez sentiste que tus ojos cambiaban de tono según la luz o el humor, no estabas tan lejos. Aunque, bueno, lo del “cambio con el humor” es más mito que ciencia… pero soñar no cuesta nada, ¿no?

¿Te has preguntado por qué algunas personas tienen ojos azules, otras verdes y otras tan oscuros que parecen negros? La respuesta está en la melanina, ese pigmento multitasking que, además de protegerte del sol, también le da color a tus ojos.

Dependiendo de cuánta melanina produce tu cuerpo, tu iris absorberá o reflejará más luz. Poca melanina = más luz reflejada = ojos claros (azules, verdes, grises). Mucha melanina = más luz absorbida = ojos oscuros (marrones, cafés, casi negros). Así de simple… y así de mágico.

Pero la cosa no queda ahí. Esta maravilla del cuerpo también explica por qué las personas de ojos claros suelen ser más sensibles a la luz solar. La melanina no solo decora, también protege. En casos extremos, como en personas con albinismo, donde casi no se produce melanina, la piel y los ojos son especialmente vulnerables al sol e incluso a la irritación.

Las variaciones en los niveles de melanina generan una increíble variedad de tonos: desde ojos azul verdoso hasta avellana, pasando por combinaciones que parecen sacadas de una paleta artística. A veces, incluso diferentes zonas del iris producen distintas cantidades de pigmento, lo que crea efectos como ojos azules con un anillo marrón o verde alrededor de la pupila. Y sí, hay quienes nacen con ojos de dos colores distintos. Esta rareza se llama heterocromía, y aunque es poco común, no deja de ser fascinante.

Eso sí, hay ocasiones en las que tener un ojo de cada color puede ser señal de un problema más serio. Si notas un cambio repentino en el color de tus ojos, lo mejor es hacer una revisión ocular completa para descartar cualquier condición médica subyacente. En estos casos hablamos de heterocromía adquirida, que puede aparecer más adelante en la vida debido a daños oculares, inflamación o incluso algunos medicamentos.

Existen tres tipos principales de esta condición. La más conocida (y llamativa) es la heterocromía completa, donde cada ojo tiene un color completamente distinto. Luego está la heterocromía parcial, en la que solo una sección del iris tiene un color diferente. Y por último, la heterocromía central, que ocurre cuando el área alrededor de la pupila tiene un tono distinto al resto del iris.

Hay condiciones oculares que pueden parecer lo mismo, pero no lo son. Un buen ejemplo es la anisocoria, que a menudo se confunde con heterocromía, aunque son cosas muy distintas. La anisocoria ocurre cuando una pupila es más grande que la otra, y aunque suene raro, es más común de lo que crees: afecta aproximadamente al 20 % de la población. En la mayoría de los casos, la diferencia de tamaño es leve y apenas perceptible.

El color de los ojos no solo depende de la genética individual, también varía según la etnia. Por ejemplo, en poblaciones de Asia y África, los ojos marrones oscuros son mucho más comunes que en Europa, donde hay una mayor diversidad de tonos, incluyendo verdes, avellana y azules. Esta diferencia se debe a la evolución y adaptación al entorno, especialmente en relación con la exposición solar y la producción de melanina.

Hoy en día, con el aumento de las parejas interculturales, es posible que los ojos azules se vuelvan más raros con el tiempo. Cuando una persona de ojos marrones tiene hijos con alguien de ojos azules, lo más probable es que los pequeños hereden ojos marrones, ya que ese rasgo suele ser genéticamente dominante. Pero ya sabes cómo es la genética: a veces, sorprende.

Bibliografía

https://foureyesopt.com/news/1y6yggp4fp5bjthmdm336mrkuf3jwo
https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/003319.htm


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