Es un lugar común, inclusive en algunas experiencias revolucionarias de gobierno, escuchar la palabra «desarrollo» asociada a grandes descubrimientos y sociedades distintas a las naciones latinoamericanas en crecimiento social, político y económico. Estas referencias, proyectan a EEUU., Japón, Alemania, Francia y otros países industrializados como «superiores» en términos del bienestar social, bajo una narrativa arrogante y hegemónica, que desconoce a los modelos políticos emergentes, como el de la República Bolivariana de Venezuela, por su carácter revolucionario y antiimperialista.
Ciertamente, muchos autores críticos como Enzo Falleto, Teotonio Dos Santos, Inmanuel Wallerstein, Enrique Dussel, entre otros, situaron el problema surgido dentro del debate sobre el «desarrollo» e identificaron la misma lógica de desigualdades heredadas de la dominación colonial, que tras las cruciales revoluciones industriales de la postguerra del siglo XX, crearon condiciones para que, a partir de los años 70, la referencia del «desarrollo industrializado», presentado como superior e inexorable, trasladará hasta el día de hoy las relaciones asimétricas colonialistas gestadas desde el grotesco proceso de acumulación originaria de capital del siglo XV.
Así, esta evolución se ha traducido en las primeras dos décadas del siglo XXI, en una tensión global de difícil pronóstico en su desenlace, en lo que respecta a la carrera por la supremacía tecnológica, toda vez que existen dimensiones cruciales de este desarrollo tecnológico que pueden marcar la gran diferencia entre una continuidad del modelo hegemónico donde EEUU y aliados europeos marcan la tendencia o la consolidación de un mundo emergente, en el que figuran países como China, Rusia y la India, que apuestan a un mundo multipolar y cooperativo. Una de estas dimensiones, son las disciplinas integradoras del conocimiento científico, tecnológico e innovativo, donde destacan «profesiones del futuro» como la Ingeniería Mecatrónica, de cuyos factores aplicables en la realidad del desarrollo agrícola venezolano haremos un acercamiento para la discusión.
BREVE CONCEPTUALIZACIÓN DE LA INGENIERÍA MECATRÓNICA
La ingeniería mecatrónica, como disciplina de integración de conocimientos científicos y procesos de producción industrial, surge a finales de los años 60 con un decidido impulso de las potencias industrializadas que dominaban la escena tecnológica de ese momento: EEUU y Japón. De hecho, se atribuye al ingeniero japonés Tetsuro Mori, de la compañía Yaskaw en 1969, para referirse a la integración sinérgica de las ingenierías mecánica, electrónica, informática e ingeniería de control), para crear sistemas más inteligentes y digitalizados, así como asegurar un mejor desarrollo de los procesos de diseño y elaboración de productos y maquinarias complejas.
Su origen se relaciona con las tecnologías mecánicas y electrónicas, como máquinas automáticas, robots y cámaras a mediados del siglo XX. En los ochenta, se mejoró el desempeño de esta integración de tecnologías, con la introducción de la informática. Esto potenció los sistemas electrónicos y de motor, incorporando en la década de los noventa la tecnología de la comunicación, factor decisivo para el salto cuántico de las producciones dedicadas a la carrera aeroespacial. La creación y manipulación de robots y operaciones remotas, evolucionó con los microsensores y microactuadores. Así, la ingeniería mecatrónica se basó en la integración de varias ingenierías en un solo producto. En este sentido, no se concibe como una nueva ingeniería, sino que es un conjunto de ingenierías ya existentes para potenciar la funcionalidad de las nuevas maquinarias, haciéndolas más rápidas, confiables y seguras para la vida cotidiana y la investigación científica.
La ingeniería mecatrónica ha dotado a estos productos, de naturaleza mecánica, de sofisticados sistemas electrónicos y de control por computadora, revolucionando las líneas de producción, generando equipos y sistemas de última generación para la minería, la construcción , el transporte pesado y múltiples campos. Los procesos industriales bajo sistemas mecatrónicos, han cambiado la producción industrial en gran escala y creado mayores estándares de rapidez y precisión.
Globalmente, se registran los efectos de los cambios de poder geopolítico actuales, como por ejemplo el desplazamiento de Japón por parte de China en el campo de las innovaciones de esta disciplina de la Ingeniería Mecatrónica. Surgen pues, lógicas preguntas cuya respuesta depende de la capacidad de la Revolución Bolivariana de superar el actual momento de amenazas geopoliticas que implica el ilegitimo y brutal bloqueo que vive por parte del imperialismo de EEUU:
¿La adopción de carreras y procesos de vanguardia tecnológica, como la Ingeniería Mecatrónica, fortalecerá el rol de Venezuela en la actual mutación hacia un mundo multipolar?
¿Que factores deberían considerarse en la planificación estratégica nacional para estructurar y hacer viable la innovación tecnológica del desarrollo agrícola?
Sin caer en la lógica del desenfreno capitalista, ¿Qué postura pragmática adoptar desde nuestras estrategias políticas nacionales de desarrollo agrícola para insertar la República Bolivariana de Venezuela a los procesos mundiales de innovación tecnológica en términos ventajosos?
DESAFÍOS DEL DESARROLLO EN LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
Los sistemas automáticos se encargaban de realizar con precisión tareas repetitivas, aunque se siguen usando, el desarrollo tecnológico que produjo los sistemas expertos los cuales según un algoritmo podían elegir alternativas de acuerdo a lo que ocurría en un proceso. Estos sistemas, integran otros conocimientos, evolucionando hasta las actuales innovaciones de la Inteligencia Artificial, las cuales simulan el proceso de toma de decisiones casi como los seres humanos. Todos estos sistemas creados por la mente humana, buscan optimizar las tareas, y una parte de la filosofía de estas innovaciones, se relaciona con la posibilidad de superar, los factores y limitaciones del ser humano en los procesos críticos de toma de decisiones, bajo el supuesto de que esta emocionalidad humana pueda ser factor perturbador de decisiones y procesos de impacto significativo.
La Inteligencia Artificial (IA) está inmersa en lo que muchos llaman la Cuarta Revolución Industrial, donde las potencias hegemónicas occidentales como EEUU, Alemania y Japón han impuesto sus intereses científicos al resto del mundo. Sin embargo, surgen cada vez más, experiencias alternativas en países como China, Rusia, La India, Suecia, entre otros.
La Inteligencia Artificial, Internet de las cosas, sistemas autónomos, hacen cada vez más eficiente la producción industrial de bienes y servicios en gran escala, reduciendo desperdicios y costos. Históricamente, cada revolución industrial impacta en términos de reducción de puestos de trabajo, es una tendencia del capitalismo, pero es posible, en países emergentes como Venezuela, incorporarse a estas innovaciones protegiendo a los trabajadores y al proceso social del trabajo, a través de políticas de formación en nuevas tecnologías, incentivando la asimilación de nuevas experiencias y adaptando los procesos productivos. También articulando la generación de I+D a los procesos educativos de la fuerza laboral.
En el caso de las metas del desarrollo nacional, las tecnologías 4.0 y los desarrollos en Biotecnología (cuyas experiencias mundiales referenciales comprenden países aliados de la Revolución Bolivariana como Cuba, China y Vietnam, entre otros) pueden mejorar los procesos de gestión del sector agrícola.
Las políticas de Ciencia, Tecnología e Innovación, en este sentido, pueden orientarse a asimilar progresivamente estas tendencias de vanguardia para potenciar los objetivos de los siguientes ámbitos:
1. Universidades
* Oportunidades de crear nuevas líneas de investigación aplicada.
* Reducción de Costos y desperdicios.
* Mejora de calidad de productos.
2. Políticas de Estado
* Estímulo para crear nuevos procesos, experiencias adaptadas con características propias.
* Estímulo para mejorar procesos productivos y de distribución.
* Aumento de la participación de talento venezolano en los diferentes convenios de cooperación en Ciencia, Tecnología e Innovación.
* Oportunidad de reducir dependencia tecnológica en sectores estratégicos del desarrollo nacional, especialmente en el sector agrícola, en momentos de fuertes limitaciones por el bloqueo imperialista.
3. Adaptación de las nuevas tecnologías a las realidades del país:
En el sector agroproductivo, todas estas nuevas tecnologías, si son bien orientadas desde el estado con participación de las comunidades, pueden generar beneficios significativos. Algunos ejemplos de estas aplicaciones posibles:
* Control de plagas 4.0
* Preparación mecanizada de suelos
* Clasificación y Distribución de plántulas en etapa de germinación
* Cosecha adaptada a distintos sembradíos
* Uso de Drones para la agricultura
* Uso de sensores para:
* Monitoreo de temperatura y ph de los suelos
* Manejo óptimo de invernaderos rurales y urbanos
* Mejora en condiciones post cosecha
Muchas de estas tecnologías se aplican en grandes extensiones y monocultivos, pero también se pueden adoptar desarrollos para pequeños productores, combinando diferentes tecnologías de diferentes generaciones en armonía con los saberes ancestrales de las comunidades agrícolas del país. Técnicas autóctonas como el conuco, pueden servirse de estas nuevas tecnologías, integrando los saberes.
4. Máximo esfuerzo de Unidad Nacional:
El actual bloqueo económico imperialista contra la Patria de Bolívar, ha convocado la unificación consciente y combativa de todas las fuerzas revolucionarias, y en en ese campo de acción, el sector agroproductivo es esencial para el éxito de toda estrategia de resistencia y victoria.
Por esta razón, es decisivo, aplicar las innovaciones a partir de los elementos que posee la nación, toda vez que se avizora un horizonte aún lejano de mayor capacidad de adquisición de tecnología internacional. Bajo esta filosofía de contar con las capacidades nacionales, se sugieren las siguientes estrategias para Pequeños Productores y Unidades Productivas dentro de la planificación estratégica del Estado:
* Crear Redes Solidarias Cooperativas, en diferentes niveles locales y regionales, para la adquisición de nuevas tecnologías para el agro.
* Conformar equipos locales y regionales que se especialicen en las adaptaciones de las tecnologías de vanguardia a las realidades de cada entidad. Pueden luego sistematizarse estos saberes en función de crear un acervo tecnológico nacional que constituya base para la viabilidad de proyectos agrícolas de envergadura.
* Potenciar la pertinencia de la I+D+i, a través de enlaces políticos con formación agrícola entre universidades y unidades productivas.
Consecuente con el punto anterior, sistematizar experiencias en el manejo de productos y procesos en los espacios productivos agrícolas mediante:
* Seguimiento del proceso hasta el usuario final
* Control de pérdidas físicas y monetarias
Fortalecer la participación popular en la planificación estratégica de la soberanía alimentaria
Crear conciencia de que la tecnología puede mejorar procesos con un uso consciente superando la alienación. Sobre este último aspecto, el Libertador destacó en su Discurso de Angostura en 1819 que la ciencia y la industria siempre han favorecido a los países donde se han fomentado. En el siglo XXI, el Comandante Chávez, ordenó «todo el poder para el pueblo» y el poder más importante del cual debe apropiarse nuestro pueblo, es el conocimiento, allí reside su verdadera liberación.
Autora: Michelle Palacios