Origen de la criptografía antes del computador

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La criptografía, el arte y ciencia de ocultar información, ha sido una necesidad humana desde tiempos remotos. A lo largo de milenios, las sociedades han implementado formas para proteger mensajes, secretos comerciales o comunicaciones militares; con el tiempo estas técnicas han evolucionado hasta los complejos sistemas que hoy usamos en el mundo digital. Este recorrido histórico revela cómo la criptografía pasó de simples sustituciones manuales a sofisticados esquemas matemáticos.

La era antigua

Los primeros indicios de criptografía se remontan al antiguo Egipto, aproximadamente en 1900 a.C., se han documentado inscripciones con jeroglíficos no convencionales, posiblemente empleadas para ocultar información o conferirle cierto carácter secreto.

Otro ejemplo proviene de Mesopotamia, alrededor de 1500 a.C., donde en tablillas de arcilla se encontraron escrituras cifradas, potencialmente para proteger recetas o saberes comerciales.

Más adelante, en la Grecia antigua, alrededor del siglo VI a.C., surgió un método de transposición conocido como cifrado Scytale: un pergamino se enrollaba alrededor de un bastón de diámetro específico, de modo que solo quien conociera la forma correcta de enrollar el papel, y el diámetro correcto del bastón, podría reconstruir el mensaje original.

Y ya en tiempos de la República Romana (siglo I a.C.), Julio Cesar empleó lo que hoy conocemos como cifrado Cesar: un cifrado por sustitución que desplazaba letras un número fijo de posiciones para proteger sus comunicaciones.

Estos primeros métodos muestran que la necesidad de secreto y confidencialidad en mensajes no es nueva, la criptografía nació prácticamente con las primeras sociedades complejas.

La Edad Media

Durante la Edad Media, especialmente en el mundo islámico, la criptografía vivió avances significativos. Un personaje clave fue Al-Kindi, un matemático, polímata, filósofo y astrólogo árabe musulmán, quien en el siglo IX escribió el primer tratado sobre la decodificación de mensajes crípticos; en él describió técnicas sistemáticas para descifrar cifrados, entre ellas el uso del análisis de frecuencia, es decir, estudiar la frecuencia de aparición de letras en un texto cifrado.

Este enfoque transformó la criptografía de un mero arte artesanal en una disciplina con bases lingüísticas y matemáticas: ya no bastaba “ocultar” un mensaje; había que anticipar que alguien intentara romper el código.

Más tarde, en Europa, durante los siglos XV y XVI, surgieron los cifrados polialfabéticos. Por ejemplo, el cifrado Vigenère, desarrollado a partir de ideas anteriores de Leon Battista Alberti, usaba una tabla (o cuadrado de Vigenère) para cambiar el alfabeto de sustitución con cada letra, lo que hacía mucho más difícil romper el cifrado con simples métodos de análisis.

Estos desarrollos medievales y renacentistas reflejan un creciente entendimiento de las debilidades de los métodos simples y la voluntad de construir cifrados más resistentes.

Indicios previos a las computadoras

Hasta bien avanzado el Renacimiento y los siglos siguientes, la criptografía siguió siendo mayormente manual: cifrados por sustitución, transposición, uso de libros de códigos, entre otros.

Sin embargo, a medida que las comunicaciones crecían (diplomáticas, militares, comerciales) la necesidad de sistemas más robustos también aumentó. Durante guerras y conflictos internacionales, los métodos tradicionales mostraban sus limitaciones.

Fue con la aparición de máquinas electromecánicas (y más tarde electrónicas) que la criptografía dio un salto importante hacia la modernidad. Estos dispositivos permitieron automatizar operaciones de cifrado y descifrado, manejar volúmenes de texto mucho mayores y reducir la probabilidad de error humano.

Un punto de inflexión fue la publicación del artículo “Communication Theory of Secrecy Systems”, de Claude E. Shannon, en 1949, considerado por muchos como el nacimiento de la criptografía moderna, al trasladar la criptografía al ámbito teórico y científico, y no sólo práctico.

También en esta etapa surgió el concepto de “libreta de un solo uso”, un sistema de cifrado con seguridad teórica perfecta, donde cada mensaje usa una clave aleatoria única e irrepetible.

Estos avances prepararon el terreno para los sistemas criptográficos basados en matemáticas más profundas (teoría de números, álgebra, entre otros) que se desarrollarían plenamente con la llegada de las computadoras.

Conclusión

La historia de la criptografía muestra una constante lucha entre quienes buscan ocultar información y quienes intentan revelarla. Desde inscripciones jeroglíficas en tumbas antiguas hasta los sofisticados algoritmos digitales actuales, cada etapa refleja los contextos culturales, tecnológicos y sociales de su tiempo.

Aunque los métodos manuales de la antigüedad y la Edad Media ya revelan creatividad e ingenio, la auténtica transformación llegó con la mecanización, los avances matemáticos y, finalmente, la era digital.

Hoy, la criptografía está presente en casi todos los aspectos de la vida moderna: banca, comunicaciones, privacidad, comercio, y su evolución sigue siendo clave en un mundo cada vez más conectado. Este recorrido no sólo da cuenta del ingenio humano, sino también de la necesidad permanente de proteger la información, un desafío que, con creatividad y ciencia, trasciende milenios.

Referencias Bibliográficas:

Autor: Flavio Guerra.
Centro: Centro de Seguridad Informática y Certificación Electrónica.

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