Redescubriendo al grandioso científico zuliano Humberto Fernández-Morán (1924-1999 HFM), conocimos al matemático Francisco José Duarte Isava (1883-1972), también zuliano y precisamente alrededor de este último, padre moral de nuestro HFM, encontramos a tres militares patriotas, tres hermanos, próceres de la independencia casi olvidados. Lamentablemente para un zuliano o zuliana promedio Manuel Isava Sucre no significa nada, si lo buscamos en internet es apenas el nombre de una escuela, ni siquiera en el Zulia sino en el estado Sucre, de donde era originaria su madre. En la imagen a la izquierda el plano de la remodelación propuesta para el “Everte de San Carlos” elaborado en 1784, hace 240 años, a la derecha la fotografía actual de ese mismo lugar, que como veremos es la génesis de esta historia.
Algunas referencias dicen que Manuel nació “En el Castillo de San Carlos”, otras que fue en la ciudad de Maracaibo a finales de 1780, pero no es casual la discrepancia, su padre era un destacado ingeniero militar: Casimiro Isava Oliver que había llegado a mediados de ese mismo año (1780) a Maracaibo, acompañado de su esposa embarazada (de Manuel) y de su primer hijo de nombre Casimiro, como su padre, con la encomienda de emprender los trabajos de remodelación del Fuerte San Carlos en el Zulia. Casimiro Isava Oliver es el autor del plano de la imagen y era el responsable de ejecutar la obra.
Al llegar la familia al Zulia, procedentes se Cumaná se contagiaron de viruela, lo que complicaría económicamente las cosas. El Ingeniero con su esposa a punto de dar a luz solicitó en septiembre de 1780 una bonificación especial a fin de cubrir sus gastos mínimos de estadía, consideraba que no eran compensados apropiadamente sus servicios, ya que como se lee en los documentos de la época “tenía que ser comandante de la tropa de aquellas fortalezas sin ser esto de su obligación”, la real hacienda le responde que “viviendo en los castillos, ahorraba el alquiler de casa y gastos de la leña, y que las comodidades particulares de cada uno no era regular que las sufriera la hacienda”. Esta respuesta negativa a su solicitud daría certeza histórica de que hablamos de un Zuliano nacido en un castillo, pero sus genes no eran de realeza sino mas bien de patriota como los del resto de su familia.
Figura 1: Copia del registro de nacimiento de
Manuel Zerafino Isava Sucre nacido en 1780
La madre de Manuel, María Magdaléna Sucre y Urbaneja era hija del gobernador de Cumaná y segundo jefe de la provincia, es decir, una de las damas mas importantes de la sociedad. En aquella época era necesario el permiso del Rey para el casamiento de las figuras importantes de la sociedad. Los ingenieros militares eran considerados importantes personeros del Rey, más incluso que los militares artilleros, adicionalmente Casimiro Isava Oliver tenía una trayectoria impecable de importantes asignaciones culminadas con éxito, eso le haría meritorio de la autorización real para esposar a la hija del gobernador de Cumaná.
En el Zulia nace también el tercer hijo de esta pareja: José María Isava Sucre. Los tres hermanos: Casimiro, Manuel y José María, heredaron de su padre el arte de la ingeniería militar, pero de su familia materna heredaron el compromiso con la tierra que los vio nacer, estos tres hombres eran primos hermanos del Mariscal de Ayacucho, como él, patriotas y leales a Bolivar por encima de todo, figuran en múltiples documentos históricos, participaron en la batalla de Boca Chica y en otras acciones militares patriotas, José María (el menor de esta camada) murió a temprana edad en combate. Manuel Isava Sucre alcanzaría el grado de Coronel, figuró entre los miembros del Congreso reunido en Cariaco en mayo de 1817, fue firmante del acta de independencia de Cumaná. Entre los años 1818 y 1820 fue uno de los principales jefes subalternos de las fuerzas patriotas en la región de Cumanacoa y Cumaná.
Dice la historia que Manuel Isava Sucre salvó la vida al Libertador, en un atentado intentado por José Francisco Bermúdez, tal serían los méritos de este Zuliano nacido en el Castillo de San Carlos, que en 1876 Antonio Guzmán Blanco, le reconoce su puesto como prócer de la independencia, a través del Decreto del 11 de Febrero de 1876 le otorga el máximo honor de Estado de trasladar sus restos al Panteón Nacional. El decreto nunca se materializó y Manuel Isava Sucre yace en el olvido junto a su padre y sus hermanos.
Por su parte Casimiro, el hermano mayor de Manuel, se sabe que para 1813 era comisionado del General en Jefe de Oriente, con el rango de teniente coronel como se lee en una carta que le remite el libertador el 27 de noviembre de 1813, Casimiro sería también el bisabuelo de las primeras tres mujeres en graduarse en la universidad Central de Venezuela, las hermanas Delfina Matilde, Adriana Delfina y Dolores Delfina Duarte Isava y del matemático de fama mundial, también zuliano Francisco José Duarte Isava, fundador de la Academia de Ciencias Naturales, Fisícas y Matemáticas de Venezuela. Esta secuencia de “genes del éxito” como le llamó Humberto Fernández-Morán no se detendría.
El hijo de una de las hermanas Duarte Isava, tataranieto de Casimiro Isava Sucre, sobrino de Francisco José Duarte Isava, de nombre Luis Baez Duarte, sería también un matemático Venezolano de renombre mundial, pionero en las estadísticas aplicadas a las telecomunicaciones y criptografía, motivado en el exterior por Humberto Fernandez-Morán, volvería en 1969 para fundar el Centro de Matemáticas del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas IVIC y se incorporaría en el proyecto de HFM a dictar clases en el IUPFAN en 1974.
Honramos junto a Humberto Fernández-Morán el legado de hombres y mujeres de ciencia que han transformado con su conocimiento y compromiso patriótico nuestra realidad.
Por: Gloria Carvalho Kassar
para descubrir lo invisible…