Por: Gabriela Jiménez Ramírez
Uno de los sumideros de carbono más estables de la Tierra está entrando en un proceso de desequilibrio que pone en riesgo la vida en el planeta. Se trata de los ecosistemas terrestres como bosques y pastizales, que durante décadas han amortiguado el avance del cambio climático al absorber un tercio de las emisiones de dióxido de carbono (CO₂).
Un artículo publicado en National Geographic, por el periodista especializado Sergio Parra, refiere que son múltiples los factores que inciden en esta situación.
Uno de ellos es el límite bioquímico en estos espacios naturales, pues ante la falta de agua, nitrógeno o fósforo, el CO₂ no puede generar el ciclo esencial para la fertilización de los árboles. Los otros fenómenos están asociados a las talas indiscriminadas, inundaciones, derretimiento del permafrost, incendios y los episodios extremos del clima.
Esta situación está haciendo que los ecosistemas terrestres pasen de absorber el dióxido de carbono a convertirse en una fuente neta de emisiones.
Nuestra Madre Tierra servía eficientemente como barrera de contención frente al CO₂. Sin su habilidad para regenerarse y autocuidarse, la temperatura media global sería hoy al menos 0,3 °C más alta.
No todo está perdido, los investigadores consideran que si se dejaran crecer los bosques existentes sin interferencias, podrían capturar hasta 228.000 millones de toneladas de carbono en las próximas décadas.
En el caso de Suramérica, la Amazonía es uno de los sumideros más importantes de la región y del mundo.
Un equipo de investigadores del Instituto de Recursos Mundiales (World Resources Institute, WRI), presentó en 2023 datos de un estudio realizado entre 2001 y 2021, que reflejó que “los bosques administrados por pueblos indígenas en el Amazonas fueron importantes sumideros netos de carbono, al eliminar colectivamente cada año 340 millones de toneladas netas de dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera, el equivalente a las emisiones anuales de combustibles fósiles de Reino Unido”.
Sin embargo, la deforestación de la Amazonía ha generado que esta capacidad mengue y, sin acciones inmediatas, en los próximos años pasará de ser un sumidero de carbono a ser una fuente de emisiones, lo que afectará mucho más su biodiversidad y ciclo hídrico.
Como parte de las acciones que adelantamos desde Venezuela, el Gobierno Nacional que lidera el presidente @NicolasMaduroMoros ha presentado varias acciones de interés para la región.
Varias de ellas fueron presentadas durante la V Cumbre de Presidentes de los Estados Parte del Tratado de Cooperación Amazónica (TCA), celebrada en Bogotá, Colombia, este año, donde propusimos atender la deforestación y la minería ilegal, el cambio climático y la coordinación de políticas en la región para combatir economías Ilícitas; así como la visibilización de las demandas de los pueblos indígenas, comunidades locales y la sociedad civil.
También pusimos en marcha la Gran Misión Madre Tierra Venezuela, como parte de una agenda nacional, que tiene como principio fundamental luchar contra el cambio climático, promoviendo medidas urgentes en el ámbito jurídico, en la concientización y en las practicas a todos los niveles, para la protección de los ecosistemas hídricos y terrestres que permitan preservar la vida del planeta.
Para todo esto hemos dispuesto los centros de investigación del país y el encuentro con el pueblo, en un diálogo de saberes que permitirá avanzar en la generación de soluciones inmediatas y a largo plazo para acompañar la salud de nuestro planeta, nuestro único e irremplazable hogar.luciones inmediatas y a largo plazo para acompañar la salud de nuestro planeta, nuestro único e irremplazable hogar.