La primera mujer graduada de médico en el mundo (1812) soñaba con ejercer en Venezuela

image_print

La imagen  de la izquierda es el titular de un periódico inglés “The Daily Mail”, de fecha 27 de agosto de 1910, cuando se “desclasificaron” los documentos ocultos por 100 años (para ese momento) de lo que sería un escándalo en el ejército británico que recorrió el mundo: Una mujer que se disfrazó de hombre para poder estudiar medicina, se graduó y prestó servicio militar destacándose con fama mundial al ser “el primer cirujano” que logró realizar una cesárea en la que salvó las vidas de madre e hijo, para ese momento la cesárea era una condena a muerte para la madre. Este misterioso personaje llegó a ser el equivalente a “Ministro de Salud” en Inglaterra, solo al momento de su muerte, cuando preparaban el cuerpo para su sepulcro se revelaría el secreto: en realidad era una doctora. Se trató de una brillante niña apoyada por Francisco de Miranda para burlar el sistema que prohibía la educación a mujeres, logró ingresar con tan solo 14 años a la escuela de medicina, graduarse con honores en ciencias médicas, posicionarse como un referente médico de su época y ocupar los más altos cargos públicos, James Miranda Barry sería el “nombre” del fingido hombre. El plan debía ser que al graduarse de médico (1812) vendría a Venezuela para ser nuevamente Margaret Ann Bulkley y ejercer la medicina libremente en la recién creada República, donde la revolución patriota no tendría prejuicios con las mujeres, pero el encarcelamiento de Francisco de Miranda en 1812 y su posterior muerte habría torcido los planes y aquella mujer debió permanecer hasta su muerte haciéndose pasar por hombre, ya que desvelar su secreto, “la burla al ejército británico”, le hubiera costado la vida, tal sería la ofensa que el ejército ocultaría por 100 años este caso.

Aún más de 200 años después parece una historia de ficción, pero basta colocar en cualquier buscador “James Miranda Barry” para descubrir que esta historia es real y ha sido objeto de titulares de prensa, películas, novelas, documentales, clips de youtube, etc., así como discusiones por más de 100 años, con versiones que van desde tratar de demostrar que realmente Margaret Ann Bulkley no era una mujer sino mas bien que sufría una especie de “enfermedad” por la cual no tenía testículos, sino vagina,hablaba como mujer, parecía mujer pero en realidad ¿era hombre? Y al graduarse ¡Quería ser mujer en Venezuela!, hasta las versiones mas recientes que insinúan que se trató de una hija de Francisco de Miranda. Este análisis no pretende especular sobre ninguna de las versiones sino mas bien tomar los elementos en los que coinciden todas las versiones alrededor del mundo para estudiar los orígenes de la ciencia venezolana. Margaret Ann Bulkley nació en 1795 (el mismo año que nacieron Manuela Sáez y Antonio José de Sucre), de muy pequeña mostró ser brillante, con apenas 14 años de edad aprobó los exámenes correspondientes a su ingreso a la facultad de medicina, defendiendo su tesis de grado en el año 1812 como se lee en números romanos en la imagen de la izquierda en el encabezado (MDCCCXII), se presenta a continuación la escrita de la dedicatoria de la tesis de grado de “Jacobus Barry” que inicia con el nombre FRANCISCO DE MIRANDA en grandes caracteres, se acompaña de una traducción del latín al español que aunque pueda ser cuestionada en algunas palabras (está hecha por inteligencia artificial) deja muy clara la cuestión de fondo:  

“Francisco de Miranda
excelentísimo,
Un líder famoso,

Defensor del país más querido
y de la libertad del mundo entero,

quien lee
busca las cosas más equitativas para sus ciudadanos,
Por cuyos sufragios fue
merecidamente nombrado
emperador supremo de las fuerzas
de la república federada y
miembro de su comunidad por mérito
por cuyas enseñanzas y conocimientos
en comparación con los viajes y los estudios, es fácilmente el líder entre todos;

quien está llamado a ser salvo por derecho de otro

y como

sobre esto la república tebana,

así que no depende del de Caracas

por su cuidado paternal y los muchos beneficios que amablemente concedió a sí mismo y a sus hijos

da este ensayo inaugural y lo dice y lo dedica”

JACOBUS BARRY

Esta dedicatoria no dejaría dudas de que hablamos del Generalísimo, el caraqueño (“Caraccaensis”), quien defendería la educación universal, por eso como dice Margaret en la dedicatoria “busca las cosas más equitativas para sus ciudadanos”. En este análisis no importa si se trató de una hija biológica o espiritual, está claro que Margaret Ann llevaba los genes libertarios y del éxito que caracterizaron al ejército patriota venezolano, exponemos a continuación citas textuales de análisis realizados por el Dr. Milton Rizzi, ex-presidente de la academia uruguaya de Historia de la Medicina. Miembro vitalicio de la Royal Society of Medicine, publicado en 2012 en la Revista Médica del Uruguay bajo el título “Doctor James Barry (1795-1865), Inspector General de Hospitales de su Majestad Británica”:

“En resumen: arremetió contra los proveedores de fármacos que hacían negocios con drogas inadecuadas.

° Promovió una planta sudafricana, de costo ínfimo, como tratamiento antisifilítico. (Esta, finalmente, resultó ineficaz, pero da pruebas de su espíritu innovador).

° Mejoró la calidad de las aguas, inventando un procedimiento para evitar la corrosión de los caños.

° Humanizó las condiciones de reclusión de la colonia de leprosos.

°Condenó la situación de los internados en el manicomio, las prisiones y los cuarteles de los soldados.

Como ejemplo, un día irrumpió en el patio de ejercicios del 71º Regimiento Escocés y arrestó al coronel responsable de mantener durante horas a soldados completamente equipados, de pie, bajo el inclemente sol africano. En otra ocasión puso bajo arresto a un coronel y a un médico responsables de no denunciar una brutal golpiza a un detenido.”

En el mes de la mujer, honramos el legado a la humanidad de Margaret Ann Bulkley quien con el corazón puesto en Venezuela venció todas las adversidades y a pesar de no haber logrado su sueño de ejercer en Caracas, dedicó su vida al prójimo, honrando el nombre de su “padre”, el Generalísimo Francisco de Miranda, precursor científico de nuestra patria.

Gloria Georgette Carvalho Kassar

Loading

Facebook
Telegram
Email