En Argentina, la comunidad dedicada al polo, un deporte ecuestre de pelota que se juega entre dos equipos a caballo, ha rechazado tajantemente el uso de equinos modificados mediante Repeticiones Palindrómicas Cortas Agrupadas y Regularmente Espaciadas (CRISPR), una tecnología de edición genética que utiliza un sistema de «tijeras moleculares» (la enzima Cas9) y un ARN guía para cortar y modificar secciones específicas del ADN CRISPR.
Sergio Parra, periodista especializado en temas de ciencia, naturaleza, tecnología y salud, escribió un artículo en el que comenta que la Asociación Argentina de Polo prohibió el uso en competencias de estos caballos, siguiendo las directrices de la Federación Ecuestre Internacional, que vetó las modificaciones genéticas en 2019.
Por su parte, los criadores de los polo de pureza, consideran que estos procedimientos rompen los parámetros de la justa competencia y desafía la tradición centenaria del cruce selectivo. Un proceso que se realiza de generación en generación en la llanura de la pampa argentina.
Precisa Parra, que sectores vinculados a las ciencias consideran que la modificación genética de equinos es válida para procesos que se desarrollan en sectores como la agricultura.
Las técnicas de CRISPR-Cas9 sobre fibroblastos fetales, fueron realizadas por Científicos de Kheiron Biotech, una organización sin fines de lucro con sede en Buenos Aires.
La metodología permitió diseñar embriones editados genéticamente, los cuales luego fueron implantados en yeguas receptoras. Cinco potrillos nacieron 10 meses después, generando todo este amplio debate.
Pero Argentina es solo uno de los países donde estos procedimientos están en curso.
En Estados Unidos la primera alteración genómica intencional en un animal se hizo en vacas; el método consistió en editarlas genéticamente para que tuviesen un pelaje corto y liso, a través de la mutación del receptor de prolactina (PRLR), permitiendo mayor tolerancia al calor, mejorando su salud y una mayor producción de leche y carne.
India es otra nación que avanza en estas técnicas, enfocadas principalmente en el gen de la miostatina en ovejas, aumentando la masa muscular con fines cárnicos.
Mientras que, en Reino Unido, la empresa Genus desarrolla cerdos resistentes al virus del Síndrome Respiratorio y Reproductivo Porcino, que genera grandes pérdidas al sector.
De esta forma, la biotecnología aplicada a diversas especies animales, avanza en el mundo, siendo objeto de evaluaciones éticas constantes que también se cruzan con las tradiciones y la cultura de los pueblos.
Las ciencias y las nuevas tecnologías no pueden estar separadas de las realidades humanas y mundiales, especialmente en tiempos donde enfrentamos la nueva realidad climática que se intensifica producto del modelo neoliberal que impone sus prácticas extractivistas sin responsabilizarse de las consecuencias en materia de alimentación, salud humana, animal y ambiental, las migraciones forzadas y muchas otras situaciones que amenazan con la vida en el planeta.
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