En el mundo del diseño de productos, la experiencia del usuario y la eficiencia son pilares fundamentales que determinan el éxito o el fracaso de un artículo en el mercado. «Diseño para el uso» no solo se refiere a la estética o la innovación tecnológica, sino a cómo un producto se integra de manera intuitiva, segura y efectiva en la vida cotidiana de las personas.
A lo largo del ciclo de vida de un producto, este debe cumplir con cuatro áreas clave que garantizan su funcionalidad y aceptación: función, facilidad de uso, seguridad y fiabilidad, y operación económica. Cada uno de estos aspectos juega un papel crucial en la satisfacción del usuario final, desde el primer contacto hasta el uso prolongado.
En este artículo, exploraremos cómo un diseño centrado en el uso no solo mejora la interacción entre el producto y el consumidor, sino que también optimiza costos, reduce riesgos y asegura un desempeño óptimo a lo largo del tiempo. Bienvenidos a un análisis detallado de lo que significa crear productos que realmente funcionen para las personas.
Dentro del ciclo de vida del producto, este puede dividirse en cuatro áreas principales:
- Función
- Facilidad de uso
- Seguridad y fiabilidad
- Operación económica
Función
Siempre se espera que un producto proporcione una o más funciones. Los productos simples, como un abrelatas, pueden tener una o dos funciones. Los complejos, como las computadoras, pueden tener decenas, cientos o incluso miles de funciones. Por lo tanto, los diseñadores deben identificar todas las funciones requeridas para un producto determinado y asegurarse de que sus diseños las proporcionen.
Las funciones de cualquier producto pueden dividirse en esenciales o no esenciales. Los diseñadores deben incorporar todas las funciones esenciales en el diseño de un producto, pero pueden optar por omitir algunas de las no esenciales si resultan demasiado difíciles o costosas de implementar. En algunos casos, las funciones no esenciales pueden incluirse en versiones de gama alta y más caras de un producto para satisfacer los deseos de ciertos clientes.
- Las funciones esenciales son aquellas que todo producto debe proporcionar. Por ejemplo, una batidora de alimentos debe tener la función de mezclar completamente varios tipos de alimentos. Si una batidora no cumple con esta función esencial, se considera inadecuada para su propósito.
- Las funciones no esenciales o deseables, por otro lado, son aquellas que los usuarios prefieren tener, pero si un producto no las proporciona, aún se considera utilizable. Por ejemplo, la gente espera que una batidora de alimentos tenga una función para cambiar la velocidad de mezcla. Si una batidora no tiene esta función, aún se puede usar, pero puede resultar menos atractiva para los usuarios.
El número de funciones que debe tener un producto varía de un tipo de producto a otro. Un producto de ingeniería bastante complejo, como un automóvil, tendrá docenas de funciones esenciales y muchas no esenciales o deseables.
Por ejemplo:
- Todo automóvil debe tener una unidad funcional que proporcione potencia para impulsar sus ruedas. La unidad que proporciona esta función se llama tren de potencia.
- Un automóvil también debe tener una unidad funcional que le permita desacelerar y detenerse de manera segura. Esta unidad se llama sistema de frenos.
- Además, un automóvil debe tener otra unidad funcional para absorber los impactos y vibraciones que ocurren al circular por superficies rugosas. Esta unidad se llama sistema de suspensión.
Estos son solo algunos ejemplos de las funciones esenciales que todo automóvil debe tener. Por otro lado, un automóvil puede tener un sistema de suspensión activa que proporcione una marcha más suave sobre superficies rugosas. No todos los automóviles tienen esta característica hoy en día, ya que se considera una función deseable.
Es importante señalar que muchas funciones que no se consideraban esenciales en el pasado se han convertido en esenciales, y a veces legalmente obligatorias, hoy en día. Por ejemplo, los conductores en Venezuela no estaban obligados a llevar cinturones de seguridad hasta 1990. Antes de eso, los cinturones se consideraban una característica solo deseable.

Facilidad de uso
Los usuarios esperan que todo tipo de productos sean lo más fáciles de usar posible. Después de todo, el usuario no debería necesitar ser campeón olímpico para operar una palanca o pisar un pedal. Las partes del producto en contacto con las personas deben diseñarse para adaptarse al cuerpo humano y ser cómodas de usar. No deberían tener ningún impacto negativo en el individuo, incluso cuando se usan durante períodos prolongados.
Las máquinas son utilizadas por personas de todas las edades y con capacidades físicas muy variables. Por tanto, los usuarios esperan que los actuadores mecánicos no requieran una fuerza excesiva para operarlos.
Tomemos como ejemplo los primeros automóviles: los pedales, palancas y el volante de estos coches estaban conectados directamente mediante cables o varillas a las piezas mecánicas que controlaban. Como resultado, requerían una fuerza muscular considerable para operarlos. Esto hacía que los primeros coches fueran bastante difíciles de conducir para muchas personas. Hoy en día, el volante y casi todas las palancas y pedales de un automóvil cuentan con asistencia de motores hidráulicos o eléctricos para que su operación sea muy ligera y suave.
Ergonomía
El estudio de la relación entre humanos y máquinas ha evolucionado a lo largo de los años hasta convertirse en una disciplina propia, conocida como ergonomía. En la ergonomía, los ingenieros diseñan máquinas que sean:
- Fáciles de usar
- Cómodas
- Que no causen ningún impacto negativo en la salud de las personas, incluso con uso prolongado

Algunos ejemplos:
- Asientos de automóvil: Se diseñan para ajustarse perfectamente al cuerpo humano y proporcionar un soporte cómodo y saludable.
- Botones de máquinas: El tamaño y el etiquetado de los botones se consideran durante el diseño para garantizar que sean aptos para su propósito y puedan verse y usarse por todas las personas.
- Diseño de software: Las interfaces de usuario deben diseñarse para ser claras, intuitivas y accesibles.
- Nivel de ruido: Uno de los factores ergonómicos más importantes es el nivel de ruido emitido por las máquinas. Por ejemplo, en Venezuela, el ruido externo producido por un automóvil de pasajeros no puede superar los 87 decibelios (unidad comúnmente utilizada para medir la intensidad del sonido).
Seguridad
Quizás la característica más crítica de cualquier producto es la seguridad. Si un producto causa daños a personas, animales o al medio ambiente, se considerará un fracaso. Por tanto, los diseñadores deben crear productos siempre seguros de operar, incluso en condiciones inusuales. Los buenos diseñadores prevén lo que experimentará el producto en cada etapa de su vida y planifican incluso para las situaciones más raras.
La seguridad es, con diferencia, el requisito más importante de cualquier producto de ingeniería. Esto incluye operación segura, almacenamiento, transporte y desecho. Los diseños que comprometen la seguridad pueden causar lesiones o incluso la muerte de personas, o contaminación ambiental.
La historia está llena de casos de fallos catastróficos en máquinas e instalaciones. Por ejemplo, en 1986, la central nuclear de Chernóbil (en la antigua Unión Soviética) sufrió un accidente con fundido del núcleo que provocó explosiones y liberación de radiación al entorno, causando muertes, lesiones y la evacuación de una ciudad entera, que aún hoy permanece abandonada.
Si un producto causa daños a personas o al medio ambiente, los responsables pueden ser procesados y estar sujetos a multas e incluso prisión.

Ejemplos:
- Asegurar que no haya bordes afilados ni superficies resbaladizas o extremas en temperatura.
- Las emisiones y radiaciones deben estar dentro de límites aceptables.
- Las partes móviles peligrosas deben estar cubiertas o ser inaccesibles.
- El equipo eléctrico de alta tensión debe estar correctamente aislado.
- Debe haber protección contra alta presión, sobrecarga o cortocircuitos.
Protección contra uso inadecuado: Todos los productos deben diseñarse para proteger al usuario contra usos incorrectos o descuidados. A veces se utilizan ensayos destructivos para garantizar que los productos no fallen ni representen peligros, incluso si se usan de manera incorrecta.
Fiabilidad
Hoy se espera que todos los productos de ingeniería desempeñen sus funciones previstas durante largos periodos sin fallos ni interrupciones. Gracias a la mejora constante de materiales y procesos, muchos productos funcionan sin problemas durante toda su vida útil.
Por ejemplo, muchos dispositivos electrónicos de alta calidad (como computadoras, televisores o teléfonos inteligentes) pueden durar tanto que su tecnología queda obsoleta antes de presentar fallos.
La fiabilidad se ha convertido en un argumento de venta clave.

En el contexto del diseño ingenieril, la fiabilidad implica dos aspectos:
- Consistencia: El producto debe realizar sus funciones con el mismo rendimiento y precisión cada vez.
- Durabilidad: El producto no debe presentar fallos durante el periodo mínimo determinado. Por ejemplo, casi todas las lavadoras modernas incluyen al menos dos años de garantía.
Costes operativos y facilidad de reparación
La mayoría de los usuarios prefieren productos con bajos costes de operación y mantenimiento. También valoran aquellos fáciles y económicos de reparar.
Los productos costosos de mantener están condenados a desaparecer.
Por ejemplo, el alto consumo de gasolina de los automóviles estadounidenses provocó el declive de su industria automotriz a finales de los años 70, cuando los consumidores optaron por coches importados más económicos.
Este coste depende del consumo energético y de los materiales necesarios para su funcionamiento.

Ejemplos:
- Una lavadora consume electricidad, agua y detergente.
- Una impresora requiere papel, tinta y electricidad.
- Un automóvil consume gasolina, aceite, anticongelante y neumáticos, además de recambios periódicos.
Muchas máquinas requieren mantenimiento regular para garantizar su funcionamiento. Este debe ser sencillo y económico.
En años recientes, reducir el consumo energético de los productos se ha convertido en prioridad para los ingenieros, impulsado por:
- El aumento del coste de la energía
- La mayor conciencia ambiental (como el calentamiento global provocado por el consumo excesivo)
Conclusión

En definitiva, un «diseño para el uso» verdaderamente exitoso exige la integración armónica de cuatro pilares irrenunciables:
- La provisión de funciones esenciales,
- La facilidad de uso ergonómica,
- La seguridad y fiabilidad,
- Y la optimización de los costes operativos.
Este equilibrio evoluciona con las expectativas sociales, los avances tecnológicos y las normativas legales.
Solo mediante un enfoque integral que contemple estas dimensiones a lo largo del ciclo de vida del producto, los diseñadores podrán crear soluciones no solo funcionales y competitivas, sino también responsables, duraderas y genuinamente centradas en las necesidades humanas y planetarias.
Autor: Billy Betancourt