image_print

Introducción.

La teoría de la deriva continental fue planteada, principalmente, por el alemán Alfred Wegener a comienzos del siglo XX; básicamente sostiene que los continentes no son piezas fijas sino partes que se mueven en la superficie de la tierra y que en un momento estaban todos unidos en un solo continente que entonces llamó Pangea; este supercontinente se fue separando en partes a través del tiempo y hoy esas partes conforman los continentes que actualmente conocemos.

Fig. 1. Pangea (Continente Original).                                  Fig. 2.  Evolución de la Tierra

Fuente: https://www.docsity.com/en/docs/continental-drift-and-plate-formation/5026424/

Es de hacer notar que Wegener no era geólogo, era un meteorólogo muy observador y sus ideas iniciales partieron al notar que la costa occidental de África coincidía perfectamente con la costa oriental de Suramérica.

Fig. 3 . Coincidencia de las costas de África y Suramérica.

Fuente: https://americanuestra.com/africa-en-america-latina/

Si bien no tenía el mecanismo preciso elaborado, su hipótesis estaba respaldada por una larga lista de evidencias.

Uno de los mayores defectos, en su hipótesis, fue la incapacidad de proporcionar un mecanismo de cómo se movían los continentes. Obviamente, los continentes no parecían moverse, y cambiar las mentes conservadoras de la comunidad científica requeriría evidencia excepcional que respaldara un mecanismo creíble.

Hoy en día todas estas dudas están resueltas con lo que geólogos llaman tectónica de placas, sistema que avala las teorías iniciales de Wegener.

Esta teoría no tuvo gran aceptación en el campo científico de aquella época, aun así, Wegener y sus pocos seguidores aportaron una serie de evidencias que relatamos.

Acoplamiento de los continentes

No es tan solo África y Suramérica los continentes que encajan, todos los demás también lo hacen si se toman como limites los márgenes continentales.

Rocas y estructuras

Rocas idénticas, del mismo tipo y edad, se encuentran a ambos lados del Océano Atlántico. Claramente no podía ser una coincidencia; estas rocas se deben haber formado juntas. Luego se distanciaron con la separación de los continentes.

Distribución de fósiles

Fósiles antiguos de la misma especie de plantas y animales extintos se encuentran en rocas de la misma edad, pero se hallan en continentes que ahora están ampliamente separados.

Estos organismos no pudieron haber atravesado los océanos, debieron estar juntos en tiempos remotos.

Se pueden encontrar fósiles de la semilla del helecho Glossopteris a lo largo de los continentes del sur. Estas semillas son muy pesadas para ser transportadas por el viento a través del océano. Se pueden encontrar fósiles de mesosaurus en Sudamérica y Sudáfrica. Los mesosaurus podían nadar, pero solo en agua fresca. Los cynognathus y lystrosaurus eran reptiles que vivieron en tierra. Ambos animales eran incapaces de nadar. Estos fósiles se han encontrado a lo largo de Sudamérica, África, India y Antártida.

Fig. 4. Fósiles comunes hallados en continentes separados hoy en día.

Zonas climáticas

El clima según Wegener no debe haber sufrido grandes transformaciones; los climas tropicales se encuentran en su mayoría cerca del Ecuador. Los glaciares se encuentran en su mayoría cerca de los polos, asumió que esto también era cierto en la antigüedad.

Glaciares

Surcos y depósitos de roca dejados por los glaciares antiguos se encuentran hoy en día en diferentes continentes muy cerca del ecuador. Esto indicaría que los glaciares se formaron en medio del océano y cubrieron la mayor parte de la Tierra. Hoy los glaciares solo se forman en tierra y más cerca de los polos.

Trópicos

Los arrecifes de coral y los pantanos formadores de carbón se encuentran en ambientes tropicales y subtropicales, pero las antiguas vetas de carbón y los arrecifes de coral se encuentran en lugares donde hoy día hace demasiado frío.

El mundo científico de aquel entonces rechazó de plano la teoría, argumentando que no había forma de explicar cómo los continentes sólidos podían moverse a través de la corteza oceánica sólida.

Nuevas pruebas

A partir de los años 40 del siglo XX los océanos Atlántico, Índico, Ártico y Pacífico fueron intensamente estudiados de manera sistemática con el empleo de sonares, realizando un mapeo profundo del fondo oceánico.

Es así que en 1959 el geofísico y geólogo marino Maurice Ewing, en colaboración con otros científicos, publican el primer mapa detallado del fondo marino, demostrando que debajo de los océanos, a profundidades del orden de 4.000 m, se encuentran las denominadas Cordilleras o Dorsales Centro-Oceánicas.

Fig. 5. Fondo Marino donde observa claramente la dorsal del Atlántico.

Fuente:https://www.newscientist.com/article/mg23231031-800-maps-and-the-20th-century-where-to-draw-the-lines/

A partir de estos estudios el geólogo Harry Hess, de la Universidad de Princeton, elabora, en 1962, la teoría de la “Expansión del Fondo Oceánico”, en la cual proponía que el material del manto surgía de la zona de la dorsal oceánica, acumulándose, presionando y desplazando las placas en direcciones opuestas.

Esta teoría permitió demostrar de manera concluyente la deriva de los continentes, descubriendo la existencia de corrientes de convección en el interior del manto las cuales fragmentan a la litósfera, dando origen a las placas tectónicas

Fig. 6. Corte de la Tierra

Fuente: https://iaspoint.com/does-geothermal-gradient-cause-melting-of-rocks/

La litósfera queda dividida en una serie de placas, siendo las siete más importantes por sus dimensiones la Pacífica, la Norteamericana, la Euroasiática, la Indoaustraliana, la Africana, la Antártica y la Sudamericana. Estas placas gigantes se complementan con otras de menores dimensiones, denominadas de Nazca, de Cocos, de las Filipinas, del Caribe, de Arabia, de Somalia y de Juan de Fuca. Existen placas de dimensiones aún menores, llamadas subplacas o microplacas que en general no se mueven en forma independiente.

Fig. 7. Principales placas tectónicas, las flechas indican el movimiento de la placa.

Fuente:http://www.mgs.md.gov/seismic/education/no2.html

En su continuo desplazamiento estas placas se montan, subducen, o se deslizan unas con otras, provocando grandes deformaciones. Esto conlleva a que en las zonas de contacto los continentes vayan sufriendo una constante y paulatina acumulación de energía, que al llegar al límite propio de la resistencia elástica de las rocas, produce una fractura en forma brusca y violenta, liberándose, súbitamente, una gran cantidad de energía, dando lugar a los terremotos.

Fig. 8. Los puntos rojos indican los sismos con una magnitud mayor a 4

Fuente:https://eeescience.utoledo.edu/Faculty/Krantz/Hazards/Hazards.Chap_01b.plate_tectonics.pdf

Paleomagnetismo

El fondo marino también fue mapeado magnéticamente. Los científicos sabían, desde hacía tiempo, de extrañas anomalías magnéticas que formaban un patrón rayado de filas simétricas a ambos lados de las crestas oceánicas medias; lo que hizo que estas características fueran inusuales fue que los polos magnéticos Norte y Sur dentro de cada franja se invirtieron en filas alternas.

El paleomagnetismo es el estudio de campos magnéticos congelados dentro de rocas, básicamente una brújula fosilizada. De hecho, la primera evidencia contundente para apoyar el movimiento de la placa provino del paleomagnetismo.

Las rocas ígneas que contienen minerales magnéticos como la magnetita suelen proporcionar los datos más útiles. En su estado líquido como magma o lava, los polos magnéticos de los minerales se alinean con el campo magnético de la Tierra. Cuando la roca se enfría y solidifica, esta alineación se congela en su lugar, creando un registro paleomagnético permanente que incluye la inclinación magnética relacionada con la latitud global y la declinación relacionada con el norte magnético.

Los científicos habían notado desde hace algún tiempo que la alineación del norte magnético en muchas rocas no estaba cerca del norte magnético de la corriente terrestre. Algunos explicaron esto como parte del movimiento normal del polo norte magnético terrestre. Finalmente, los científicos se dieron cuenta de que agregar la idea de movimiento continental explicaba los datos mejor que solo el movimiento polar.

Alrededor de la misma época en que se estaban investigando las crestas oceánicas, otros científicos vincularon la creación de trincheras oceánicas y arcos insulares con la actividad sísmica y el movimiento de las placas tectónicas.

 Con base en la evidencia cada vez mayor, la teoría de la tectónica de placas continuó tomando forma. J. Tuzo Wilson fue el primer científico en armar todo el cuadro al proponer que la apertura y cierre de las cuencas oceánicas. En poco tiempo, los científicos propusieron otros modelos que mostraban placas moviéndose unas con respecto a otras, con claros límites entre ellas.  Otros comenzaron a armar historias complicadas del movimiento de la placa tectónica.

 La revolución tectónica de placas se había afianzado.

Como nota curiosa, mostramos como será la tierra en 250 millones de años, si la física de la tectónica de placas se mantiene tal y como la conocemos.

Fig. 9. La tierra en 250 millones de años.

Fuente:https://en.clickpetroleoegas.com.br/map-reveals-what-the-world-could-look-like-in-250-million-years-borders-antarctica-south-africa-mozambique-and-zimbabwe/

Referencias Bibliograficas

  • Jacoby, W. R. Conceptos modernos de la dinámica de la Tierra anticipados por Alfred Wegener en 1912. Geología 9, 25—27 (1981)
  • SMITH, Peter J: «Temas de Geofísica», Ed. Reverté, S.A., España (1975).
  • Udías A (2002) Las ciencias de la Tierra en el último cuarto de siglo. Investigación y Ciencia 304: 74-80
  • Wilson, J. T. Una nueva clase de fallas y su relación con la deriva continental. Naturaleza (1965).

GD / Sept 2025

Giovanny Daza

Fundación Instituto de Ingeniería, Unidad de Geomática. MinCyT.

Loading

Facebook
Telegram
Email