En 2024 nos dolieron (o nos brillaron) los ojos de tanto leer esas noticias, que de tan parecidas muchos llegaron a creer que era la misma: niñas, niños y jóvenes de Venezuela arrasaron sucesivamente en varios certámenes internacionales de robótica en Europa, América, Asia y el Medio Oriente. Uno que otro destacó también en certámenes de Física y de Matemáticas.
En esas ocasiones nos emocionamos, nos sentimos orgullosos, y después, como suele ocurrir cuando los acontecimientos nacionales e internacionales son aplastantes, dramáticos o espectaculares en extremo, se nos fue borrando la felicidad e incluso el recuerdo de los eventos, los nombres de las muchachas y muchachos ganadores. Y poco a poco nos fuimos dejando ganar otra vez por la idea prefabricada en laboratorios, según la cual nuestro país es un emporio de zombis y de gente derrotada y deprimida.
Pero la historia nos ha dado nuevas oportunidades, y cuando hay una generación de chamas y chamos formándose conforme a un plan nacional, y no por pura inspiración del momento, los éxitos vuelven, tremendos y luminosos. Así tenemos que durante los últimos días de septiembre de 2025 nuestros jóvenes han vuelto a subir a lo alto de podios en competencias planetarias. Mientras celebrábamos la victoria del equipo de jóvenes estudiantes que participaron en la Olimpiada Mundial de Astronomía en (Sochi, Rusia) nos llegaron noticias de que los chamos se alistan para participar en la Olimpiada Internacional de Nanotecnología (República Islámica de Irán) y en la Olimpiada Mundial de Jóvenes Físicos (Indonesia); y uno de los nuestros obtuvo medalla de bronce en las Olimpiadas Iberoamericanas de Matemáticas (Chile).
Así que tenemos una Generación Genial, no solo en el deporte y en la música, sino también en las ciencias. De todos ellos nos ocuparemos en su momento, para honrarlos y visibilizarlos. Comenzaremos por los vencedores en el certamen de Astronomía: acá iremos publicando entrevistas con cada uno de estos jóvenes geniales, porque en sus breves historias se resume la personalidad y la capacidad de un pueblo y un país.
participaron en esos eventos que, contó igualmente con el apoyo organizativo del Ministerio del Poder Popular Para la Educación (MPPPE).
Los seis participantes en la Olimpiada se ganaron el cupo en cuatro fases eliminatorias en las que participaron 7.096 jóvenes entre 12 y 18 años de toda Venezuela. Este grupo se redujo a 1.400 aspirantes, luego a 300, más tarde a 20 y finalmente a los 6 que participaron en la cita rusa. Allí se plasmó en esos seis adolescentes nuestra máxima y mejor representación, que por supuesto no nos defraudó: los seis regresaron premiados.
Esta victoria en el evento de Astronomía tiene ribetes asombrosos: César Leal (de La Guaira, 15 años de edad) ganó medalla de oro; Fernando Rivas (Carabobo, 16 años) y Fabiola Martínez (Lara y Mérida, 18 años), ganaron bronce; Samantha Buccé (de Anzoátegui, 17 años), Ivanna Madriz (18 años, de Aragua y Mérida) y Germán Noriega (Bolívar, 16 años), recibieron menciones honoríficas. El equipo de Venezuela en pleno ocupó el más alto peldaño (Mención Diamante), frente a equipos de sólida tradición en la materia, como Rusia y Bielorrusia, y otros países.
El Plan Nacional que ha hecho posible la detección, estímulo y formación de esta generación de muchachos asombrosos es el Semillero Científico, proyecto emblema de la actual gestión del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación. Semillas que siguen dando frutos rumbo al futuro.