Aportes de la Teledetección en los Estudios de Degradación del Suelo

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Autora: Doria Cruz/ Jefe del Centro Nacional de Teledetección Agrícola (CENATEL). FIIIDT.

 

Existe una relación de interdependencia entre el suelo y la producción agrícola, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), actualmente hay 1.500 millones de Ha de tierra que se utilizan para tierras de labranza y cultivos permanentes, lo que representa aproximadamente el 11% de la superficie del mundo, también señala que otros 2.800 millones de Ha son idóneas para la producción de secano, sin embargo aclara que la misma puede estar destinada a otros usos. Existen muchos factores en torno a la tierra y el suelo, que hay que considerar para desarrollar la actividad agrícola: tenencia, heterogeneidad espacial de la distribución, orografía, fertilidad, modo de producción, organización para la producción, entre muchos otros; por lo que siempre ha sido punto focal de la lucha de los pueblos. En Venezuela desde la llegada de la Revolución Bolivariana se definió como estrategia  hacer cambios profundos en las políticas públicas del sector, dándole carácter constitucional a la agricultura y al desarrollo rural con principios de sustentabilidad y partiendo del desarrollo endógeno, contando para ello con la institucionalidad y varios mecanismos para el fomento de la actividad.

Se sabe que la actividad agrícola impacta sobre el ambiente, lo modifican, solamente los pueblos ancestrales con sus técnicas y prácticas han logrado la producción de alimentos en armonía con su entorno. A medida que se fue implantando el modelo de producción capitalista se introdujeron los desequilibrios y los mecanismos perversos que transformaron a los alimentos en mercancía, fuente de las distorsiones de los sistemas de producción que hoy forman parte de las causas del cambio climático. Como se mencionó al inicio de esta nota, la actividad agrícola es dependiente del suelo, sin embargo el mal manejo y la aplicación de malas prácticas agrícolas contribuyen e incrementan su degradación. La FAO refiere por degradación del suelo la pérdida parcial o total de la productividad del mismo, cuantitativa o cualitativamente, o en ambas formas, como consecuencia de procesos tales como la erosión hídrica o eólica, la salinización, el anegamiento, el agotamiento de los nutrientes, el deterioro de la estructura, la desertificación y la contaminación. La degradación del suelo ocurre por procesos físicos y químicos.

Desde la década de los años 80, la teledetección se ha convertido en una herramienta poderosa y robusta en el estudio y monitoreo de la degradación de suelos, aunado al hecho de que incide considerablemente en la reducción de los costos comparados con los estudios convencionales, sin embargo hay que apuntar que siempre será necesaria la verificación en campo de los hallazgos en las imágenes. Los resultados obtenidos con teledetección pueden convertirse en alertas tempranas de diferentes tipos de riesgos, sean ellos de origen ambiental o antrópico.

Si se quiere inferir sobre el impacto que tiene la actividad agrícola en la degradación de suelos de una determinada área, se pueden emplear imágenes obtenidas con diferentes sensores y tipos de resolución (espacial, espectral y temporal) y con el debido procesamiento y los correspondientes software realizar monitoreo y seguimiento de cultivos, estudios multitemporales de las áreas cultivadas, determinación de índices de vegetación, entre otros elementos que en conjunto permitirán construir las recomendaciones dirigidas a erradicar o minimizar las causas y proponer un plan de remediación y recuperación de suelos, a la par de un plan de  manejo y aplicación de buenas prácticas agrícolas.

Particular interés reviste el hecho de que en Venezuela desde 1950 se diversificó la producción hortícola en espacios o ecosistemas frágiles ubicados principalmente en las zonas altas de los estados Mérida, Táchira, Trujillo, Lara, Monagas, Aragua y Miranda. Los cultivos establecidos se desarrollan en los pequeños espacios disponibles, debido a que las áreas presentan pendientes elevadas y suelos jóvenes o poco desarrollados como los entisoles e inceptisoles. No obstante, la producción agrícola se ha mantenido e incrementado en base a un uso intensivo del suelo y en algunos casos por la ampliación de la frontera agrícola, donde la escasa vegetación natural ha sido sustituida por cultivos demandantes de nutrientes. Lo referido anteriormente los hacen altamente susceptibles a la degradación por erosión, lavado de nutrientes y contaminación agroquímica que adicionalmente conlleva otros riesgos entre ellos a la salud de los campesinos productores y hasta la pérdida de la actividad agrícola, la cual se ha caracterizado por ser la principal fuente de sustento e ingreso de las familias campesinas..

Adicionalmente a la actividad agrícola existen otras que también generan degradación en los suelos, tales son los casos de la actividad minera, la producción petrolera y la urbanización, todas ellas por diferentes vías y procesos contribuyen al desencadenamiento de los principales factores que determinan la degradación de los suelos, a saber: la contaminación, pérdida de la materia orgánica, salinización, erosión, sellado, decapitación e hidromorfía. En otros casos la degradación puede ser originada por accidentes naturales, en su mayoría vinculados a factores climáticos como la precipitación y el viento que pueden originar inundaciones, erosión por escorrentía, tormentas,  cambios en el paisaje, la cobertura del suelo, entre otras que obliguen al cambio del uso de la tierra.

La metodología empleada en teledetección para evaluar, monitorear y analizar las diferentes actividades que influyen en la degradación del suelo, suelen ser las mismas para todos los casos, sin embargo es recomendable la actualización permanente en las innovaciones tecnológicas y los software de aplicación.

En Venezuela se requiere profundizar en el desarrollo de la  investigación en teledetección y su aplicación en todas las actividades y la gestión del territorio, para ello es imprescindible la generación de planes, programas y proyectos de investigación, lo mismo debe ocurrir con la formación, divulgación, transferencia y masificación de las herramientas geomáticas, con la finalidad de construir un Plan Nacional de Geomática; las  bases están sentadas desde la conformación de la Alianza Geomática de Venezuela.  CENATEL se suma al reto colocando a disposición su talento y capacidades técnicas, en función de sumar voluntades y acciones a favor de la generación del conocimiento científico, que brinde soluciones a problemas concretos, permaneciendo disponible y de esa forma responder a las demandas de la población y las necesidades del país.

Referencias

  1. ARCINIEGAS, S., MORILLO, K., JACOME, A., IBAZA, D., Y NIETO, D. (2017). Propuesta Metodológica Para Evaluación Del Riesgo De Erosión Hídrica, Utilizando Sistemas De Información Geográfica Y Teledetección, Cantón Cayambe REV. PERSPECTIVA 18 (3), 2017: 274-282 – ISSN 1996-5389.
  2. FAO (2010). Agricultura mundial: hacia los años 2015/2030. Informe resumido. Documento en línea. http://www.fao.org/3/y3557s/y3557s00.htm
  3. Pérez G., María Eugenia y Rodríguez G., María (2013) Aplicaciones de la Teledetección en Degradación de Suelos. Boletín de la Asociación de Geógrafos Españoles Nº 61, 285-308 pp. 
  4. QUINTANA, J., y TITUAÑA, K. (2019) Establecimiento De Modelos Parametrizados Para Estimación de Posible Presencia de Contaminación y Enfermedad del Suelo Mediante Drones en La Zona Costera. Tesis de Grado. UNIVERSIDAD POLITÉCNICA SALESIANA SEDE QUITO. 128pp.

 

Contacto: dcruz@fii.gob.vedoriacruz@gmail.com

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