Carmen María Rivas Álvarez es un ejemplo de pasión en la ciencia venezolana. Su inquietud por desentrañar el funcionamiento de los seres vivos comenzó en su niñez, siendo la menor de una familia numerosa. Con apenas 10 años, la pregunta sobre cómo funcionan las células por dentro despertó en ella una vocación ineludible por la biología.
Tras graduarse como bióloga en Mérida, Rivas se trasladó a Los Teques, estado Miranda, donde desarrolló gran parte de su carrera. Su primer empleo la llevó a Pdvsa Intevep, donde se especializó en biotecnología aplicada a la industria y el ambiente durante 25 años. En este rol, participó activamente en el desarrollo de enzimas y procesos biotecnológicos para la biorremediación de áreas afectadas por la actividad petrolera.
Posteriormente, la magíster encontró una oportunidad en el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), donde actualmente su investigación se centra en los microorganismos, especialmente aquellos con aplicaciones médicas. Rivas afirma que lo que más disfruta es ese contacto con las «criaturas microscópicas» que capturaron su atención desde niña.
Como mujer científica en Venezuela, Rivas considera que su rol es gratificante, pues permite enfocar la creatividad y la sensibilidad femenina hacia la investigación y el desarrollo. Finalmente, insta a los jóvenes interesados en carreras científicas a mantener su entusiasmo y a no olvidar la motivación inicial que los llevó a escoger este camino.
Fuente: Prensa Mincyt/ https://mincyt.gob.ve/carmen-rivas-la-pasion-por-la-biologia-que-surgio-de-la-curiosidad-infantil/
![]()





