Ser captado por el Semillero Científico, entrenado por tutores venezolanos y ganar certámenes de Astronomía fue un solo proceso, rápido y vertiginoso, como lo requieren estos tiempos.
Eran las 3 de la mañana del sábado 27 de septiembre cuando Fernando Rivas se enteró de que había ganado la medalla de bronce en la Olimpiada Mundial de Astronomía (Sochi, Ruisa). Lo entrevistamos el martes 29 y todavía Fernando, de 16 años, seguía emocionado.
–La ceremonia era a las diez de la mañana allá en Rusia, aquí eran las tres de la mañana, y bueno, ahí mismo lo vimos en vivo. Fue una madrugada emocionante. Y a las 6 de la mañana me llamó mi mamá súper emocionada. Me imagino cuando nos veamos.
–¿Dónde estaban?
–En el hotel President, en Caracas.
–¿Y estaban todos ahí? ¿Los seis del equipo?
–Bueno, dos se quedaron durmiendo.
–¿No esperaron el resultado? ¿Por qué?
–Una porque estaba nerviosa. O sea, que Fabiola, la que también participó el año pasado, entonces estaba como que nerviosa y dijo, no, no, no, yo me entero en la mañana. Germán también se quedó dormido. Y bueno, al final ganamos.
Fernando Rivas vive en San Diego, estado Carabobo. Estudia 5to año en la Unidad Educativa Olga Bayone de Rodríguez, vive con su mamá y una hermana pequeña. Su mamá se llama Jesse y es comerciante. Y le gusta que la llamen por su segundo nombre. Fernando es la segunda vez que participa en en este concurso. La primera vez no salió triunfante. Pero ahora se preparó bien y quedó entre los seis que fueron a la final. Está decidido a estudiar Física.
–Mi papá falleció en el 2021. Ellos dos, mi padre y mi madre, fueron los fundadores de una empresa que tiene casi mi edad. Él siempre me apoyó. Porque yo desde primaria estaba en unas olimpiadas de matemáticas.
–¿También has participado en Olimpiadas de Matemáticas?
–Sí, en primaria.
–¿Te gustan las matemáticas?
–Sí, pero más la Física.
–Para participar en esta Olimpiada ¿cómo fue la participación?
–La primera fase era por distrito. En la primera fase participaron como siete mil a nivel nacional, un poquito más de siete mil. De ahí a la segunda fase quedaron mil cuatrocientos cuarenta, por ahí. Esa fase fue estatal, regional. Que quedamos ochenta, más o menos, de Carabobo. Y después de ahí quedaron trescientos para la fase nacional. De los trescientos quedaron veinte de bronce, veinte de plata y veinte de oro. Entre esos veinte de oro hicimos la prueba de inglés en Mérida, y de ahí quedamos los seis.
Fernando se incorporó a los Semilleros Científicos desde el mismo momento en que entró a participar en la Olimpiada. Quiere también hacerle un reconocimiento a los profesores que estuvieron con ellos preparándolos para alcanzar esa meta, entre ellos Gonzalo Sánchez, Orlando Escalona y Félix Aguirre.
–¿Como fueron las pruebas del concurso?
–Bueno, eso fue toda esta semana que pasó, porque fueron cuatro pruebas. Fueron cuatro pruebas en tres días. Eran cuatro tipos de pruebas. Está la teórica, la práctica, la observacional y la exprés. La teórica yo digo que fue la más dura, la más difícil. Se llama teórica, pero era la parte de ejercicios, no era realmente teórica. Fueron ocho ejercicios, súper completos. Después la práctica, que es de análisis de datos, esa parte es de programación realmente. Se puede hacer con Excel, más o menos, pero la programación es más completa, menos limitada. Pero claro, en esa parte yo no había entrado antes de esto, hace como dos años y medio intenté meterme en la parte de programación, pero nunca me quedaba mucho rato. En las últimas semanas me puse a experimentar para poder, por lo menos, defenderme en esa práctica. Y después fueron las otras dos pruebas, en un solo día porque eran más cortas, que son la observacional, que aparte identificar las constelaciones o tal galaxia, no había muchas cosas que eran como de observación sino de análisis a partir de gráficos y coordenadas. Y la express, que eran igual con ejercicios, más cortos pero eran muchísimos más.
De esta manera, Fernando Rivas conquistó la medalla de bronce en su personal Batalla de Carabobo.