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Aplicación Sig en el Estudio de la Contaminación Electromagnética en una Zona de Caracas

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Autor: Luis Rodríguez Quiroz1

1Fundación Instituto de Ingeniería / Centro de Ingeniería Eléctrica y Sistemas (CIES) 

RESUMEN

En el presente artículo que se presentará en dos partes, se expone un trabajo realizado por el Laboratorio de Electromagnetismo Aplicado de la Unidad de Ensayos y Mediciones Eléctricas (ENINSEL) del Centro de Ingeniería Eléctrica y Sistemas, en el que queda claramente evidenciada la utilidad de los Sistemas de Información Geográfica (SIG) en la caracterización, análisis espacial y representación cartográfica de fenómenos de distinta naturaleza. En el caso que nos ocupa, la proliferación de los sistemas de comunicaciones, que emplean el espectro radioeléctrico para transmitir señales utilizando fuentes de radiación no ionizante (RNI) han preocupado a organismos, instituciones, a la comunidad científica y al público en general, en relación con los efectos sobre la salud, de la exposición continua del cuerpo humano a campos electromagnéticos (CEM). La intención del estudio fue la de sensibilizar al organismo regulador venezolano de las telecomunicaciones (CONATEL) sobre el grave problema que representa el aumento la polución electromagnética y la necesidad de controlarla. Para ello se seleccionó un área urbana piloto en la ciudad de Caracas – Venezuela, en la cual se determinó la magnitud de la polución electromagnética mediante mediciones georeferenciadas de: intensidad de campo eléctrico en la banda 100 kHz y 6 GHz y de la magnitud del campo eléctrico y del campo magnético a 60 Hz; con el propósito de representar y analizar espacialmente los datos usando GvSIG y SEXTANTE, que resultaron en un conjunto de mapas coropléticos que fueron validados experimentalmente y en donde se plasma la distribución de CEM de dicha zona.

 

INTRODUCCIÓN

Nuestro entorno está sometido a innumerables campos electromagnéticos artificiales originados por líneas de transporte eléctrico, transformadores, antenas de telefonía móvil, wifi, radio y televisión, radares, teléfonos móviles, teléfonos inalámbricos y una amplia gama de aparatos eléctricos y electrodomésticos, las cuales son fuente de Radiación No Ionizante (RNI).

Hoy en día se sabe que los efectos biológicos de los campos electromagnéticos artificiales pueden llegar a ser patológicos dependiendo del tiempo de exposición, de la dosis, de la potencia y frecuencia de los mismos, y de las características del organismo expuesto.

Los campos electromagnéticos son un factor de riesgo invisible que incide en las personas de manera silenciosa, siendo capaces de dejar huellas evidentes en nuestra salud, las cuales se manifiestan en forma de trastornos y enfermedades, muchas veces crónicas.

La realidad es que, de forma permanente, la población se encuentra sometida a un inmenso campo de radiaciones. Esta exposición sucede en las viviendas, en el lugar de trabajo, en escuelas, geriátricos, hospitales, calles y parques. A parte de otras radiaciones, actualmente hay cobertura para los móviles prácticamente en todo el planeta. Pocas zonas quedan libres de las microondas de la telefonía móvil y de las tecnologías de acceso inalámbrico a internet, mención aparte del campo eléctrico generado por las líneas de transporte eléctrico.

Se ha observado que la respuesta de la materia orgánica e inorgánica, frente a los campos electromagnéticos, está vinculada con la frecuencia de oscilación de los mismos, lo cual permite clasificar dichas radiaciones en: ionizantes y no ionizantes. La RNI es aquella que no contiene la suficiente energía para modificar la estructura molecular de la materia (arrancar electrones o romper enlaces químicos), entre las cuales se encuentran la radiación ultravioleta, radiación visible, radiación infrarroja, láseres, microondas y radiofrecuencia (Figura 1).

Figura 1. Espectro electromagnético, en la figura se muestra las diferentes fuentes de radiación, su frecuencia y energía. Fuente: https://www.sensibilidadquimicamultiple.org/2013/08/cem-radiaciones-no-ionizantes-y-salud.html

Este tipo de contaminación, como ya se ha dicho, constituye un riesgo silente, dado que, a excepción de las emisiones correspondientes a la banda de frecuencias de la luz visible, las RNI no pueden ser detectadas por los humanos a través de sus sentidos, haciendo imposible determinar el grado de contaminación electromagnética a la que se expone, si no se realizan las mediciones respectivas.

En tal sentido, se ha demostrado que las RNI causan respuestas biológicas como lo son el calentamiento y la inducción de corrientes eléctricas en los tejidos y células. Dos mil artículos científicos revisados por pares hablan de cáncer, estrés celular, radicales libres dañinos, daños genéticos, cambios estructurales y funcionales del sistema reproductivo, déficit de aprendizaje y memoria, trastornos neurológicos. En atención a esta grave situación, piden reiteradamente que se aplique el principio de precaución y reclaman a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y a Naciones Unidas que se creen comités de expertos independientes que estudien posibles soluciones. Reclaman que se reconozcan la electrohipersensibilidad y la sensibilidad química múltiple como dos manifestaciones de una única patología. (Ecologistas en Acción. 2018)

Con la finalidad de investigar coherentemente y unificar el criterio internacional sobre el efecto de las RNI en los sistemas biológicos, se creó la ICNIRP (International Commission On Non-ionizing Radiation Protection), o Comisión Internacional para la Protección frente a las Radiaciones No Ionizantes, que es un ente de la Organización Mundial de la Salud, OMS, que conjuntamente con la Unión Internacional para las Telecomunicaciones, UIT, establecen mediante recomendaciones (ICNIRP Guidelines. 1998), los valores máximos permitidos de campos eléctricos, magnéticos y electromagnéticos a los cuales pueden ser expuestos los seres humanos. En este sentido, en Venezuela, CONATEL estableció la Providencia Administrativa Nº 581 que rige las condiciones de seguridad ante las emisiones de radiofrecuencia producida por estaciones radioeléctricas (CONATEL, 2005) y SENCAMER incorporó como norma nacional COVENIN a la revisión del año 2000 de la norma FONDONORMA 2238 denominada: “RADIACIONES NO IONIZANTES. LÍMITES DE EXPOSICIÓN. MEDIDAS DE PROTECCIÓN Y CONTROL”. (COVENIN 2238, 2000).

No obstante este marco de políticas públicas, en Venezuela no se han publicado o divulgado, resultados de estudios relativos a mediciones de las RNI en ambientes urbanos, razón por la cual, no existe data sobre la cual afirmar si se está en presencia de niveles de radiación que pongan en peligro la salud de las personas. Es por ello, que se hace necesario realizar mediciones que permitan garantizar el cumpliendo con los niveles establecidos por la regulación nacional.

En este orden de ideas, y a los fines de sensibilizar a CONATEL, organismo venezolano regulador en materia de telecomunicaciones, se realizó un estudio que contempló la medición de la intensidad de campo eléctrico de radiofrecuencia, la intensidad de campo eléctrico a frecuencia de red y la densidad de flujo magnético a frecuencia de red, dentro de una zona piloto de la capital venezolana. No obstante, para poder observar las implicaciones de la distribución espacial de los campos electromagnéticos es necesario representar cartográficamente los resultados. En este contexto, se realizó de un mapa coroplético que permitió vincular la data recabada durante el proceso de medición con GvSIG, como sistema de información geográfica. Las herramientas de análisis espacial y procesamiento de los datos disponibles en SEXTANTE, posibilitaron la interpolación de la magnitud de los CEM de radiofrecuencia, a fin de estimar la incidencia y distribución de las RNI en aquellos puntos donde no se realizaron mediciones.

En la segunda parte de este trabajo se mostrarán los resultados obtenidos.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Aspúrua, M. (2013). La geomática en la evaluación de la contaminación electromagnética: experiencias foráneas y locales. V Jornadas Nacionales de Geomática 2013. Caracas – Venezuela

CONATEL. (2005). Providencia Administrativa Nº 581. Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela, 38.201.

COVENIN 2238. (2000). Norma Venezolana Radiaciones No Ionizante. Límites de exposición. Medidas de protección y control. (2da revisión).

Dos Ramos, K. (2010). Mapeo geográfico de la magnitud de la intensidad del campo eléctrico para el análisis de los niveles de contaminación por Radiación No Ionizante. Instituto de Ingeniería, Caracas – Venezuela.

Ecologistas en Acción. (2018). 5G. Contaminación electromagnética, un enemigo invisible. Revista Ecologista N° 95. https://ecologistasenaccion.org/SPIP/article36025.html

García E, et al. (2008). Mapa de Radiaciones no Ionizantes en la Ciudad de León. Universidad de León, España.

ICNIRP Guidelines. (1998). Guidelines for limiting exposure to time-varying electric, magnetic, and electromagnetic fields (up to 300 GHz). Health Physics. April, Volume 74, Number 4:494-522.

Kurz, S. (2009). Desarrollo de un sistema para la medición, monitoreo y análisis de los niveles de contaminación por radiación no ionizante. Instituto de Ingeniería, Caracas – Venezuela.

Legendre, P et al. (1983). Numerical Ecology. Segunda Edición. Editorial Elsevier. Canadá.

Norma ISO/IEC 60601-1-2. (2007). Compatibilidad Electromagnética para equipos electromédicos.

Ecologistas en Acción. (2018). 5G. Contaminación electromagnética, un enemigo invisible. Revista Ecologista N° 95. https://ecologistasenaccion.org/SPIP/article36025.html

Contacto: luisr@fii.gob.ve / luis.rodriguez.quiroz@gmail.com

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