La Ecología del Paisaje y la Geomática

Autores: Freddy Flores A., Ramiro Salcedo G. / Centro de Procesamiento Digital de Imágenes (CPDI). FIIIDT

 

   La Ecología del Paisaje tiene como objetivo el estudio de la configuración espacial de los procesos que se dan en el paisaje, en diferentes escalas tanto espaciales como temporales, donde interactúan elementos abióticos, bióticos y el hombre, para delimitación e identificación de unidades homogéneas que pueden ser diferenciadas de su entorno.

   En los estudios de la ecología del paisaje, se debe hacer uso de información espacial actualizada cónsona con el nivel de detalle propuesto. Por esto, el apoyarse en el uso de tecnologías geoespaciales, como los Sensores Remotos, Sistemas de Información Geográfica, Sistemas Globales de Navegación por Satélite y la Cartografía Digital, permite el almacenamiento y manejo de volúmenes de datos e información, que repercuten directamente en la disminución de costos y tiempos al momento de presentar propuestas para la toma de decisiones. Por lo tanto, hacer uso de geo-información permite analizar y mostrar geo-información para la planificación y manejo adecuado de los suelos, la gestión y monitoreo ambiental del territorio, la descripción y evaluación de hábitats, estudios de impacto ambiental, el mapeo de ocupación del suelo, además de realizar modelos de simulación hechos que ocurren o podrán ocurrir sobre la superficie de la tierra.

Ecología del paisaje. Conceptos y desarrollo

   El paisaje considerado como la expresión espacial de la interacción entre la naturaleza – hombre, en el cual se integran aspectos abióticos y bióticos, es el concepto base que maneja la Ecología del Paisaje (Turner G., Mónica y Robert H. Gardner, 1990 citado por López y Cervantes, 1991). Por esto el paisaje es una unidad heterogénea con un conjunto de ecosistemas, con superficies variables como ámbito de acción, de origen natural o producto de la perturbación que el hombre hace sobre la superficie de la Tierra, y que pueden ser estudiada en dimensiones variables, tanto temporal como espacialmente. Por lo tanto el objetivo de la ecología del paisaje es identificar los patrones y estructura espacial, flujos, funcionamiento y los cambios presentes en el paisaje, estudiando los diferentes hábitats, en los cuales se establecen relaciones espaciales y funcionales (Forman y Grodón 1986 citados por Monedero y Gutiérrez, 2001), con el fin de delimitar unidades relativamente homogéneas en relación a la escala de trabajo. Por esto desde la introducción de este concepto (Troll, 1966, citado por Grillmayer, 2002), se han manejado aspectos como: 1.- Las relaciones espaciales entre los elementos del paisaje y ecosistemas; 2.- El flujo de energía, nutrientes entre los elementos que componen el paisaje y 3.- La dinámica ecológica en el tiempo.

   Enfocándose en esto Forman (1995), y otros autores plantean que existen también elementos donde convergen la ecología y el paisaje, estos son: 1.- Patrones espaciales y procesos ecológicos; 2.- Escalas temporales y espaciales; 3.- El efecto de la heterogeneidad en los flujos y perturbaciones; 4.- Los cambios de patrones y 5.- El marco para la gestión de recursos. Irastorza (2006) por su parte, destaca que la Ecología del paisaje es base para la planificación del territorio al discriminar muy bien entre el inventario ecológico (análisis) y su evaluación (diagnóstico).

Patrones espaciales y representación espacial

   La manera como el hombre hace uso de la tierra, refleja una serie de patrones o expresiones espaciales, identificables en el terreno y detectados a través de productos de sensores remotos, que permiten identificar, el grado de intensidad al que está sometido el territorio, las prácticas culturales presentes, el uso de tecnologías, ente otros, para así determinar el grado de interrelación que existe entre los elementos que integran el paisaje y el hombre. Todo esto con miras a analizar si se está haciendo uso adecuado del suelo, más allá de satisfacer las necesidades humanas, y garantizar los recursos a generaciones futuras, con una sostenibilidad ecológica y social del territorio.

   La ecología del paisaje es tomada en cuenta cada vez más por planificadores, al realizar estudios integrados del territorio para definir unidades homogéneas o espacios de uso agropecuario, urbanos, mineros, industriales, forestales y de conservación y protección, entre otros, cónsonos con las potencialidades y recursos presentes. Unidades que poseen características específicas de tamaño, distancia, conectividad y ubicación relativa. En síntesis, para Gurrutxaga y Lozano (2008), la Ecología del Paisaje estudia el territorio, a diferentes escalas espaciales, de forma integrada y con un enfoque sistémico.

   Ahora los patrones espaciales pueden identificarse y representarse cartográficamente a través de figuras geométricas, las cuales, dependiendo de la escala espacial, pueden ser líneas, polígonos y puntos, que integrados conforman mosaicos dispuestos espacialmente, ubicados relativamente con conexiones o aislamientos.

   En base a lo anterior, el estudio de los patrones y análisis ecológicos en Ecología del Paisaje se han definido como elementos estructurales comunes, para lo cual se ha adoptado un modelo estructural, Gurrutxaga (2006), Gurrutxaga y Lozano (2008), y Irastorza (2006), propuesto por Forman y Godrón (1981, 1986) caracterizado por tres elementos básicos, modelo Matriz – Parche (Mancha) – Corredor (Figura 1), donde:

La matriz: es el elemento predominante y englobante del paisaje, donde se insertan los demás elementos del paisaje.

El parche: Los parches o manchas son aquellos elementos espaciales no lineales, que se diferencian claramente de su entorno, con características propias y bien diferenciadas de la matriz, identificables claramente desde el aire.

El corredor: elementos lineales, que pueden aparecer en el paisaje aislados o bien conectando otros elementos (manchas) entre sí. Pueden ser de origen natural o artificial, con dimensiones (donde prevalece la longitud)  y composiciones propias.

Figura 1. Modelo Matriz-Parche-Corredor. Tomado de Dajoz, R. 2003. Tratado de Ecología

Dónde:

La Matriz está representada por el entorno agrícola y área de bosque (inferior izquierda).

Los Parches, son la granja e islas arboladas (IR, IA, IE)

Los Corredores identificados como C1, C2 y C3

   

 

 

 

 

   En función de la disposición espacial de los elementos, Gurrutxaga, 2004, se constituye el patrón paisajístico, y dependiendo del análisis estructural, se pueden hacer comparaciones entre áreas, y dentro una misma área en distintos momentos. Igualmente, es fundamental considerar los flujos entre los elementos para explicar el funcionamiento del territorio. Por esto el rol de los conectores entre los parches afines es uno de los aspectos a considerar en todo proceso de planificación y ordenación del territorio.

   Aunado a lo anterior, en todo proceso de planificación y ordenación del territorio se deben considerar los atributos espacio-funcionales de los patrones del paisaje, que son: la fragmentación, la conectividad y la heterogeneidad. Tenemos así, que la descripción e interpretación de los patrones y sus atributos persiguen establecer el grado de las relaciones presentes entre las estructuras y el funcionamiento ecológico, así como establecer comparaciones entre diferentes paisajes.

   El estudio y análisis de los atributos espacio-funcionales, cada día requiere de parametrizar las variables, con el fin de poder realizar comparaciones entre unidades, así como internamente. Para esto, se ha contado con el avance de los Sistemas de Información Geográfica y de la Geoestadística, herramientas que permiten realizar estudios tanto prospectivos como retrospectivos, a través del modelaje espacial, para identificar el comportamiento pasado y futuro, y establecer las medidas pertinentes, en caso de mantenerse las mismas condiciones de la dinámica espacial que vayan en contra de un desarrollo sustentable y en detrimento de la calidad de vida de la población.

 

Tecnologías geoespaciales como apoyo a la Ecología del Paisaje

   El uso de tecnologías geoespaciales mejor conocida como  la Geomática, integrada por Sensores Remotos o Teledetección, Sistemas de Información Geográfica (SIG), Sistemas Globales de Navegación por Satélite (GNSS) y la Cartografía Digital, cada vez es más imperante en los estudios ecológicos, geográficos y ambientales, donde sea necesario el levantamiento y actualización de datos e información geoespacial, por cuanto cada día es mayor el volumen a procesar y a analizar, además de contribuir a disminuir costos y tiempos, de análisis y de observación directa, para que los decisores puedan utilizar al momento de proponer políticas públicas de planificación y ordenamiento del territorio, cercanas a la realidad y dinamismo espacial. Estas tecnologías pudieran definirse como herramientas para la medición, análisis y manejo de datos terrestres para la producción de información geoespacial, Flores (2006).

   El uso de estas tecnologías es válido para todas aquellas disciplinas que dependan de datos geoespaciales, para la realización de estudios medio-ambientales, de planificación, de ordenamiento, entre otros, Figura 2. La Ecología del Paisaje no escapa de esto, ya que requiere tener conocimiento de variables bióticas y abióticas para la definición de unidades y sus características.

Figura 2. Usos y aplicaciones Tomado: Curso Introductorio a la Geomática, FII. 2005.

   La teledetección por su parte, es una aproximación de la realidad, la cual ofrece la posibilidad de monitorear permanentemente los aspectos a estudiar. A lo que Benedetti et al 2010, plantea que la Teledetección ayuda a delimitar unidades ecológicas sobre las que se apliquen distintas medidas para estudiar su estructura espacial: fragmentación, forma, abundancia, especificidad, entre otras.

   En la actualidad, existen desarrollos satelitales de observación de la tierra, que poseen ventajas y capacidades tanto espaciales, temporales y espectrales, para abordar estudios con un alto nivel de detalle para obtener información que solo puede ser detectada en alguna región del espectro electromagnético, aunado a esto, la temporalidad de algunos dispositivos ofrece la capacidad de obtener información  de la superficie de la tierra casi en tiempo real, y la obtención de productos tratados digitalmente y orto-corregidos geométricamente, facilitan el uso de escalas y mediciones adecuadas (Figura 3). Tal es el caso de los satélites venezolanos de observación de la Tierra, Miranda y Sucre.

Figura 3. Seguimiento a la Reserva Forestal de Ticoporo, estado Barinas, mediante varios satélites de observación de la Tierra.

   Los SIG por su parte, brindan la capacidad de manejar, analizar y desplegar información geoespacial, Flores (2006), por poseer ventajas de representación gráfica y para el análisis espacial. Es así como los SIG poseen una serie de prestaciones, Flores (2006) al manejar geoinformación, como: disminución de la redundancia de información, integrar datos de diferentes fuentes, facilidad de actualización, y la información puede ser compartida e intercambiada libremente.

   GNSS permiten el posicionamiento preciso, de fenómenos y objetos situados en el territorio, así como la ubicación de puntos de muestreo y chequeo para la actualización de información, que luego pueden ser incorporados a un SIG.

   El poseer los datos en formatos digitales, posibilita el almacenamiento de grandes volúmenes de información, lo que facilita una permanente actualización y generación de productos en un corto tiempo, dependiendo de la evolución y dinámica de procesos y hechos que se producen sobre la superficie terrestre.

 

REFERENCIAS

  1. Benedetti, G.; Campo, A.; Geraldi, A. (2010). Las nuevas tecnologías aplicadas a la Ecología del Paisaje: estudio de un área del salitral de la Vidriera, Provincia de Buenos Aires. Geografía y Sistemas de Información Geográfica. (GESIG-UNLU, Luján). Año 2, N° 2, Sección I: 126-134. On-line: gesig-proeg.com.ar
  2. dajoz, r. (2003).Tratado de Ecología. Capítulo 19. Ecología del Paisaje y Metapoblaciones.
  3. fundación instituto de ingeniería (2005). Curso Introductorio a la Geomática. Caracas.
  4. flores, f. (2006).La Geomática como herramienta de apoyo a la gestión del territorio municipal en Venezuela. Trabajo Especial de Grado, Universidad Central de Venezuela. Caracas.
  5. forman, r. (1995): The Ecology of Landscapes and Regions. Cambridge MA, Cambridge University Press, 632 pp.
  6. forman, r. y gordón, m. (1986). Landscape ecology. John Wiley and Sons.New York. 1986.
  7. gurrutxaga, m. (2007). La conectividad de redes de conservación en la planificación territorial con base ecológica. Fundamentos y aplicaciones en la Comunidad Autónoma del País Vasco, Tesis doctoral, Universidad del País Vasco.
  8. gurrutxaga, m. y lozano p. (2008). Ecología del Paisaje. Un marco para el estudio integrado de la dinámica territorial y su incidencia en la vida silvestre. Estudios Geográficos, LXIX, 265, pp. 519-543.
  9. irastorza, p. (2006). Integración de la Ecología del Paisaje en la planificación territorial. Aplicación a la Comunidad de Madrid, Tesis doctoral, Universidad Politécnica de Madrid.
  10. lópez, r. y cervantes, j. (1991). Unidades del paisaje para el desarrollo sustentable y manejo de los recursos naturales. Notas: Revista de información y análisis numérico.
  11. monedero, c. y gutiérrez m. (2001). Análisis cuantitativo de los patrones espaciales de la Cobertura vegetal en el geosistema montañoso tropical El Ávila. ECOTROPICOS 14(1):19-30. Sociedad Venezolana de Ecología.
  12. troll, c. (1966). Landscape Ecology. ITC/UNESCO Centre, Delf, Holanda. Especial Publicatión, s.4, 23 p.
  13. grillmayer, r. (2002). Landscape Structure Model. Institute of Surveying, Remote Sensing and Land Information, University of Agricultural Sciences Vienna (BOKU).Wien.
  14. turner, m . g . , gardner, r. h . (1990). Quantitative Methods in Landscape Ecology. The Analysis and Interpretation of Landscape Heterogeneity. New York: Springer-Verlag. In press.

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